viernes, 24 de agosto de 2012


La economía verde inclusiva obtuvo el visto bueno de los jefes de Estado en Río+20
La cumbre allana el camino para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, un nuevo indicador de riqueza que vaya “más allá del PIB” y gastos gubernamentales focalizados 
El fortalecimiento del PNUMA otorga una mayor autoridad a los ministros de Medio Ambiente del mundo

Río de Janeiro, 22 Junio 2012. La Cumbre de Río+20 finalizó con una serie de resultados, que si se abordan en los próximos meses y años, ofrecerán la oportunidad de catalizar caminos hacia un siglo XXI más sostenible. 
Los jefes de Estado y más de 190 naciones dieron luz verde para la economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza.
Las naciones estuvieron de acuerdo en que esa transición puede ser una herramienta importante si se basa en políticas que fomentan  empleos decentes, bienestar social, y la inclusión y la conservación de los ecosistemas terrestres, desde los forestales hasta los de agua dulce. 
La decisión apoya a aquellas naciones que quieren avanzar en la transición a la economía verde, mientras que ofrece a las naciones en desarrollo la oportunidad de obtener ayuda internacional financiera y de construcción de capacidades. 
La cumbre también dio el visto bueno para establecer un conjunto de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y lograr la cooperación de todas las naciones, ricas y pobres, en la fijación de metas relacionadas con un conjunto de retos en todo el mundo, desde el agua y el suelo hasta los desperdicios alimenticios.
Se espera que los Objetivos de Desarrollo Sostenible complementen los Objetivos de Desarrollo del Milenio después de 2015: reflejan la realidad de que una transición a una economía verde inclusiva y el logro de un siglo sostenible, requieren incluir la huella de las naciones desarrolladas y en vías de desarrollo mientras trabajan para erradicar la pobreza y se dirigen a un camino sostenible. 
Otros resultados potencialmente positivos incluyen: el marco de programas a diez años sobre consumo y producción sostenibles, con un grupo de compañías que anunciaron en Río+20 una serie de iniciativas para avanzar ya en campos como el de las compras públicas sostenibles de bienes y servicios; la decisión de trabajar sobre un  nuevo indicador de la riqueza que vaya más allá de las limitaciones del PIB; alentar a los gobiernos para que soliciten a las compañías informes sobre sus huella medioambiental, social y de gobernanza.
Después de cuatro décadas de discusión y de llamados para fortalecer el programa medioambiental de la ONU, los gobiernos estuvieron de acuerdo en reforzar el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Por otra parte, del Congreso Mundial sobre Justicia, Gobernabilidad y Derecho para la Sostenibilidad Ambiental, que organizó la Corte Suprema de Brasil junto con  el PNUMA y en colaboración con varias organizaciones internacionales, surgió el compromiso de utilizar las legislaciones nacionales y la internacional para avanzar en la sostenibilidad, en los derechos humanos y medioambientales y en la aplicación de tratados medioambientales. 
El Congreso, en el que participaron 200 delegados, incluyendo a presidentes de tribunales, jueces decanos, fiscales generales, fiscales principales, auditores generales y auditores principales, hizo un llamado a los gobiernos para que acojan un Marco Institucional para Avanzar en Justicia, Gobernabilidad y Derecho para la Sostenibilidad del Ambiental en el siglo XXI, respaldado por el PNUMA.
Achim Steiner, secretario general adjunto de la ONU y director ejecutivo del PNUMA, afirmó: “los líderes  mundiales y los gobiernos acordaron hoy que una transición a una economía verde —respaldada por fuertes disposiciones sociales— ofrece un camino clave hacia un siglo XXI sostenible”.   
“Con el fin de ayudar a posibilitar esa transición, se crearon otros acuerdos importantes, desde el estudio del potencial de un nuevo indicador de riqueza y progreso humano más allá de las limitaciones del PIB, hasta el incremento del nivel de rendición de cuentas y transparencia de las empresas en lo que respecta a informar de su  huella social, medioambiental y de gobernanza”, añadió.    
“El resultado de Río+20 decepcionará y frustrará a muchos debido a la ciencia, a la realidad diaria de simplemente tratar de sobrevivir como individuos y como familias, al análisis de hacia dónde se dirige el desarrollo para siete mil millones de personas y a la enorme oportunidad de una trayectoria diferente. Sin embargo, si las naciones, compañías, ciudades y comunidades pueden avanzar en los elementos positivos de los resultados de la cumbre, esto puede contribuir a que algún día alcancemos “El futuro que queremos”, dijo Achim Steiner. 
“Mientras, después de casi cuatro décadas de discusión, los gobiernos decidieron fortalecer el PNUMA en áreas clave como la membrecía universal y la mejora de los recursos financieros— lo que es bienvenido por constituir una forma importante de mejorar la autoridad, la influencia y el impacto del ministerio mundial responsable del medio ambiente en lo que concierne a dirigir el desarrollo a un camino más sostenible”, afirmó el director ejecutivo del PNUMA.
Más allá del PIB
Río+20 abordó la creciente preocupación sobre el hecho de que el Producto Interno Bruto haya podido agotar su utilidad en un mundo en el que la escasez de recursos naturales, la contaminación y la exclusión social también se están convirtiendo en factores que determinan si la riqueza de una nación realmente aumenta o disminuye.
El documento final de la cumbre solicitó a la Comisión de Estadísticas de la ONU que trabaje con otros organismos de las Naciones Unidas, incluyendo el PNUMA y otras organizaciones, para identificar nuevos enfoques para medir el progreso. 
El trabajo de la Comisión se basará en una serie de evaluaciones y proyectos piloto que se desarrollan alrededor del  mundo.
  • Riqueza Inclusiva, basada en el indicador de Ahorro Neto Ajustado del Banco Mundial, está elaborando un indicador de riqueza nacional más inclusivo, que cubre no solamente el capital producido, y el capital natural, sino también los ecosistemas críticos —y a través de las Naciones Unidas, un nuevo Sistema de Contabilidad Ambiental y Económica ha sido propuesto para los estados miembros.
El PNUMA y el Programa Internacional de Desarrollo Humano de la Universidad de las Naciones Unidas, presentaron en Río+20 los resultados del Índice de Riqueza Inclusiva (IWI, por sus siglas en inglés) analizando algunos países, incluido Brasil.
Otros caminos hacia un nuevo indicador incluyen:
  • El esfuerzo de la Unión Europea de ir “más allá de PIB”, que se lanzó en noviembre de 2007, con el fin de crear un conjunto de índices más amplios que el PIB y dar información sobre cómo el crecimiento económico afecta a sus propios cimientos (inventario de todos los activos).
Varios países, incluyendo Brasil, Colombia, Alemania, la India y el Reino Unido tienen o están desarrollando en este momento evaluaciones nacionales sobre el valor de sus “activos naturales”, basándose en los realizados a escala global por la Economía de los Ecosistemas y la Biodiversidad, del PNUMA.
Consumo y Producción    
Otro paso fundamental fue la adopción de un marco de diez años sobre el consumo y la producción sostenibles, que cubre varios sectores desde el turismo hasta las compras públicas. 
Durante Rio+20, más de 30 gobiernos e instituciones, incluyendo Brasil, Suiza, Dinamarca y el PNUMA, anunciaron una nueva Iniciativa Internacional de Compras Públicas Sostenibles (SPPI, por sus siglas en inglés) con el fin de elevar el nivel del gasto público dirigido a bienes y servicios que maximicen beneficios sociales y medioambientales.  
Los estudios indican que las compras públicas sostenibles, que representan  entre el 15 y 25 por ciento del PIB, ofrecen una tremenda oportunidad hacia la innovación ecológica y la sostenibilidad. 
Existen ejemplos en todo el mundo que muestran que las compras públicas sostenibles tienen el potencial  de transformar los mercados, fomentar la competencia entre las eco-industrias, ahorrar dinero, conservar los recursos naturales  y fomentar la creación de negocios.
  • En la India, por ejemplo, las adquisiciones gubernamentales suponen cerca 300 mil millones de dólares, y se calcula que crecerán en más del 10 por ciento en los próximos años.    
  • Dentro del grupo de países de la OCDE, la contratación pública representa cerca del 20 por ciento del PIB (más de 4,7 billones de dólares al año) mientras que en los países en desarrollo la proporción puede llegar a ser un poco más alta.
  • La Política de Compras Verdes de Japón ha contribuido en el país al crecimiento de las eco-industrias, cuyo valor se estimaba en 430 mil millones de dólares en el 2010.
  • Europa puede ahorrar hasta el  64 por ciento de energía, o 38 TWh de electricidad, remplazando las luces de la calle por soluciones de iluminación más eficientes.
  • En Brasil, la Fundación para el Desarrollo de la Educación logró ahorrar 8.800 metros cúbicos de agua, 1.750 toneladas de residuos, y 250 kg de compuestos organohalógenos, aportando el equivalente a un mes de actividad económica a 454 recolectores de residuos, a través de su decisión, en 2010, de sustituir los cuadernos habituales con cuadernos de papel reciclado.
Informes de sostenibilidad
Se calcula que un 25 por ciento de las 20.000 compañías analizadas por Bloomberg están informando sobre su huella ambiental, social y de gobernanza, pero un 75 por ciento no lo hacen. 
Esta información detallada ofrece la oportunidad de que los fondos de pensiones inviertan en compañías con perspectivas de beneficios a largo plazo a través de los informes de sostenibilidad, asistiendo a los gobiernos en la medición de la contribución de las multinacionales hacia las metas nacionales de sostenibilidad y progreso más allá del PIB.
El 20 de junio, varios países incluyendo Brasil, Dinamarca, Francia y Sudáfrica —algunos de los cuales ya cuentan con mercados de valores que exigen información mejorada—  anunciaron que avanzarían en este tema con el apoyo del PNUMA y la Iniciativa de Reporte Global.
Fortalecimiento del PNUMA    
Río+20 también acordó  fortalecer y elevar el nivel del PNUMA, con el fin de reforzar el pilar ambiental del desarrollo sostenible. Las decisiones incluyen abordar la membrecía limitada del PNUMA, que por el momento cuenta con 58 estados miembros, y convertirlo en un organismo con membrecía universal en su Consejo de Administración,  a la vez que se aumentan los recursos financieros del PNUMA, mediante una aportación mayor del presupuesto regular de la ONU.
El documento final de Río+20 también hace un llamado a la próxima Asamblea General de la ONU para fortalecer la capacidad del PNUMA de asistir a los estados miembros a escala regional y nacional y potenciar su interfaz científico-política, entre otras fórmulas, a través del proceso insignia del PNUMA de Perspectivas del Medio Ambiente Mundial. 
Como parte de las cada vez más intensas relaciones entre científicos y gobiernos, el Consejo Internacional para la Ciencia, liderado por el ganador del premio Nobel, Yan-Tseh Lee, junto con el PNUMA y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) lanzaron la iniciativa “Tierra futura”.
También forman parte del proceso de fortalecimiento las formas de avanzar en la participación de la sociedad civil, incluyendo las ciudades. 
Los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado se han estado preparando durante unos dos años para la Conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible (Río+20).
Durante la preparación y durante Río+20, las Naciones Unidas, incluyendo el PNUMA, han suministrado evaluaciones, estudios y propuestas de políticas con el objetivo de apoyar a los estados en la ciencia y las opciones para un cambio transformador.

Fuente: PNUMA