jueves, 31 de mayo de 2012

Delimitan científicos búsqueda de meteorita en municipios de la Sierra Norte de Puebla



• La roca cayó a la atmósfera terrestre, en territorio mexicano, el pasado 18 de mayo, entre las 22:15 y 22:30 horas, según testimonios de habitantes de Puebla, Veracruz y la Ciudad de México, informó Sergio Rodríguez Elizarrarás, del IGL de la UNAM 

• En el país ocurren dos o tres eventos de este tipo al año, pero sólo entre 20 y 30 piezas se han encontrado en las últimas cuatro décadas. “Allende” y “Acapulco” las más connotadas, aseguró Fernando Ortega Gutiérrez, de la misma entidad



La noche del viernes 18 de mayo, un resplandor atípico cruzó los cielos de la parte centro-oriental de México. De una luminosidad muy intensa, este fenómeno produjo también un estruendo, la propagación de ondas acústicas, y vibración del suelo.


Estas manifestaciones fueron percibidas, en mayor o menor medida, por los habitantes de comunidades de los municipios de Hueytamalco y Acateno, en el estado de Puebla, y Tlapacoyan, Martínez de la Torre y Atzalan, en Veracruz. Así lo constataron testimonios recabados in situpor Sergio Rodríguez Elizarrarás, del Instituto de Geología (IGL) de la UNAM.


Tanto el investigador, como Wendy Morales Barrera, técnica académica de la misma entidad, realizaron una visita a la zona con la finalidad de recabar testimonios, georeferenciar puntos y establecer una posible trayectoria del haz luminoso. Con esta información se puede delimitar un área dentro de la que pudo haber impactado. Este primer acercamiento permitirá planificar la búsqueda más detallada e incorporar a especialistas en el estudio.


“Hemos entrevistado a personas en diferentes comunidades, que no se conocen entre sí: niños, jóvenes, adultos, donde se presume hubo mayor percepción. Sin embargo, los testimonios se extienden a sitios más alejados, como Iztapalapa, en el DF, y Tuxpan, Poza Rica y Xalapa, en Veracruz, que coinciden en fecha y hora: 10:15 de la noche”, explicó.


Con esta información, indicó, tenemos un área de mayor restricción, un polígono donde probablemente pudo haber caído. Todo indica que fue a parar a Puebla, en la sierra norte, un sitio muy accidentando, donde no es fácil acceder. Se trata, precisó, del municipio de Hueytamalco, Puebla, en el que se continuará la búsqueda, con apoyo de las autoridades municipales y estatales de Protección Civil.


“Nuestro interés por el hallazgo radica en que el origen mismo de todo nuestro sistema planetario, y mucha de la información que se tiene de las características internas de la Tierra, provienen del estudio de las meteoritas”, explicó.


Allende y Acapulco


En México ocurre la caída de meteoritas entre dos o tres veces al año, pero a nivel global sucede mil veces en el mismo periodo. Sin embargo, en los últimos 40 años se han encontrado entre 20 y 30, y sólo un par se vieron caer: la Allende y la Acapulco, apuntó Fernando Ortega Gutiérrez, investigador del mismo instituto.


“Es muy raro que se encuentren las meteoritas, porque son rocas pequeñas, hacen un espectáculo por la cantidad de luz que emiten al incendiarse en la alta atmósfera, pero una vez que entran a la atmósfera, dejan de generar ese fenómeno luminoso, hacen un zumbido al caer a 400-500 kilómetros por hora. Si es muy grande la pieza, provoca un pequeño cráter, pero si lo hace en terreno escabroso y con vegetación, es casi imposible hallarlas”, señaló.


El Instituto de Geología aloja la Colección Nacional de Meteoritas, que cuenta con cerca de 100 piezas mexicanas, entre las que se encuentraAllende, sin duda, la más antigua y conocida del mundo y cuyos estudios a partir de 1969, al precipitarse en la región sur de Chihuahua, revolucionaron el entendimiento, no sólo del origen y evolución del Sistema Solar, sino de las estrellas mismas, abundó Ortega Gutiérrez.


Otra de las meteoritas connotadas se llama Acapulco, hallada en 1984, que por su estructura y composición no pudo clasificarse en los grupos conocidos de entonces y se tuvo que definir como un nuevo grupo de meteoritas pétreas: las Acapulcoítas.


Meteorita, no meteorito


Aunque el término meteoro proviene del griego meteoron, que significa "fenómeno en el cielo", la palabra meteorita, según Ortega, fue la que tuvo validez oficial en nuestro país, al fundase el Instituto Geológico, (hoy Instituto de Geología); en ese tiempo los científicos estaban muy apegados a la cultura francesa.


“En Francia, como emblema de la Meteorítica, les llamaron meteorite, y como la palabra es en femenino, la acepción más correcta es meteorita”, concluyó.


Fuente: DGCS-UNAM

México, uno de los pulmones del mundo, obligado a preservar su biodiversidad


• Ocupa el tercer lugar mundial en mamíferos, con más de 500 especies; en aves, el octavo, con más de un millar; en plantas vasculares, como árboles, arbustos y matorrales, el quinto, con aproximadamente 23 mil 500, y en reptiles, el segundo, con más de 800 especies, indicó Gabriela Jiménez Casas, del Instituto de Biología de la UNAM

México es el tercer país con mayor biodiversidad en el planeta, lo que representa el compromiso de conservar un gran número de especies de mamíferos, aves, reptiles, plantas, animales invertebrados, peces y anfibios, entre otros seres vivos, según datos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. Esta riqueza natural convierte a nuestra nación en uno de los pulmones del mundo, refirió Gabriela Jiménez Casas, del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM.

Por ello, se debe contrarrestar el deterioro por la contaminación y el cambio climático. La iniciativa para conmemorar el Día Internacional de la Diversidad Biológica, este 22 de mayo, nos recuerda la trascendencia de conservarla, a nivel nacional y global, por su importancia para subsistir. La desaparición de una especie afecta a todas las demás, hasta llegar a los seres humanos y su entorno, explicó.

Aunque existan procesos naturales de extinción, los humanos no deberíamos contribuir a la desaparición, señaló la responsable del Programa de Difusión del IE.

Entre estas iniciativas, es urgente detener el tráfico ilegal de plantas y animales exóticos, evitar la introducción de especies en regiones ajenas a su hábitat natural, a fin de conservar los procesos de evolución intactos en cada ecosistema, contrarrestar la deforestación y eliminar la contaminación.

En este ámbito, es fundamental la investigación básica. Los estudios relacionados con seres vivos permiten generar conocimiento acerca de sus características, interacciones y posibles beneficios para el ser humano, como el descubrimiento de medicamentos a partir de ciertas plantas, destacó.

Al respecto, informó que los integrantes del Instituto son responsables de proyectos encaminados a ese objetivo, como el programa de educación para la protección de los murciélagos migratorios y mexicanos, la estrategia nacional de conservación del jaguar, y la protección del Valle de Cuatro Ciénegas.

Además, realizan análisis de los bosques mexicanos; para preservar los perritos llaneros y los pastizales de Janos, Chihuahua; en la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel (REPSA), y en la Selva de Los Tuxtlas, entre otros.

México, país megadiverso

La especialista recordó que México ocupa el tercer lugar mundial en mamíferos, con más de 500 especies; en aves, la octava posición, con más de un millar; en plantas vasculares, como árboles, arbustos y matorrales, se ubica en el quinto puesto, con aproximadamente 23 mil 500; en reptiles, en el segundo, con más de 800. La diversidad se caracteriza por estar compuesta de un gran número de endémicas, es decir, exclusivas del territorio.

El 50 por ciento de plantas –unas 15 mil especies- que crecen aquí son de este tipo, es decir, si desaparecieran en México, lo harían en todo el planeta. Los reptiles y anfibios tienen una proporción de endémicas de 57 por ciento y 65 por ciento, respectivamente, y los mamíferos, de 32 por ciento.
El concepto de diversidad biológica refiere a la cantidad y variedad de seres vivos y de adaptaciones de los organismos al ambiente que encontramos en el planeta. También se conoce como biodiversidad.

México se ubica en la tercera posición de entre las 12 naciones megadiversas del planeta, sólo detrás de Estados Unidos y Colombia. En conjunto, albergan entre el 60 y 70 por ciento de la diversidad conocida en la Tierra. Casi en su totalidad, todos los tipos de vegetación terrestres se encuentran en el país, y algunos ecosistemas, como los humedales de Cuatro Ciénegas, en Coahuila, sólo se hallan en la nación.

Esta condición es resultado de la topografía y geología, y de la variedad de climas y microclimas. Asimismo, la ubicación coloca a nuestro territorio como unión de dos regiones biogeográficas, la Neártica y la Neotropical, lo que significa que aquí han evolucionado especies de distinta afinidad ecológica y geográfica.
En cuanto a la diversidad genética, no existe mucha información, pues el número de estudios es muy pequeño. Por la extensión territorial, no es de extrañar que muchas presenten una considerable variabilidad, pero también se han detectado algunas que tiene una muy baja y requieren de cuidado especial.

La efeméride

El 20 de diciembre del año 2000, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decretó el 22 de mayo como el Día Internacional de la Diversidad Biológica, para difundir información, promover su protección y estimular a las organizaciones, instituciones académicas, legisladores, empresas y ciudadanos a tomar medidas directas para reducir la pérdida constante de la biodiversidad global y local.

De acuerdo con la instancia, entre 1970 y el 2000, se ha perdido el 40 por ciento de especies en el mundo. El consumo no sustentable continúa a la par de las exigencias por más recursos, que rebasan en aproximadamente 20 por ciento la capacidad biológica del planeta, en un contexto donde el 70 por ciento de la población pobre del mundo vive en zonas rurales y dependen directamente de la biodiversidad para su bienestar y supervivencia.

Fuente: DGCS-UNAM

miércoles, 30 de mayo de 2012

Estudian en la FES Cuatitlán nuevo agente antiviral


• María Zaida Urban Morlán fue galardonada con el Premio de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma) Veterinaria 2011, por estudiar un nuevo agente contra el Virus del Síndrome Reproductivo y Respiratorio Porcino, con una patente en trámite


María Zaida Urban Morlán, de la Facultad de Estudios Superiores Cuatitlán (FES-C) de la UNAM, fue galardonada con el Premio de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma) Veterinaria 2011, en la categoría de Desarrollo Tecnológico, por sus estudios sobre un nuevo agente contra el Virus del Síndrome Reproductivo y Respiratorio Porcino (PRRS, por sus siglas en inglés).


La distinción fue otorgada a la integrante del Laboratorio de Virología y Microbiología de las Enfermedades Respiratorias del Cerdo de la unidad multidisciplinaria, por la investigación Evaluación del ácido glicirricínico (AG) como nuevo agente antiviral contra el virus de PRRS: formulación de nanopartículas poliméricas que contienen este activo.


El AG ha sido utilizado en la medicina tradicional de varias culturas por sus propiedades como analgésico, expectorante, tónico y antialergénico, entre otras, explicó la universitaria.


Su aplicación antiviral se ha indagado desde el siglo pasado, en el virus de inmunodeficiencia humana (VIH/Sida), influenza tipo A, herpes, síndrome respiratorio agudo severo, dengue, encefalitis japonesa, fiebre amarilla, Epstein-Barr, entre otros. Estos estudios demuestran que este ácido ejerce su acción a dosis relativamente bajas.


Urban Morlán subrayó que, por esta característica, debe probarse su efectividad para contrarrestar el PRRS. Su principio activo tiene, entre otras ventajas, ser de origen natural, al extraerse de la plantaGlycyrrhiza glabra, incluida por la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos en la lista de productos GRAS (Generalmente Reconocidos como Seguros, por sus siglas en inglés).


Además, es relativamente económico. Su alta solubilidad acuosa lo hace atractivo para su formulación en diferentes presentaciones farmacéuticas y, al ser hidrosoluble, se puede evitar el uso de vehículos orgánicos, que resultan más tóxicos.


Nuevas alternativas


En la investigación, se propone el empleo del AG, incluido en acarreadores de nanopartículas administrados por vía pulmonar, para el tratamiento del PRSS. El área superficial de los pulmones es extensa, lo que favorecería su absorción.


La aspersión de las formulaciones y subsecuente inhalación facilita el suministro de este medicamento por la sencillez que el proceso representa. También se evita la manipulación del animal y, al contrario de las inyecciones, los tejidos en los que se aplica el medicamento no presentan daño o lesión.


Por la relevancia de la técnica en el sector de salud veterinaria, el protocolo está en proceso de patente, al ser la primera ocasión que el ácido glicirricínico es evaluado para inhibir la replicación del virus, que impacta a la industria porcina en México y el mundo.


Fuente:DGCS-UNAM

martes, 29 de mayo de 2012

La infraestructura turística en costas, espacio ajeno a la sociedad local: Atlántida Coll


• La integrante del IG de la UNAM, investida como investigadora emérita por esta casa de estudios, realiza un estudio comparativo entre centros turísticos de México y España en conjunto con la Universidad Complutense de Madrid

La cromática esmeralda de su iris, se funde en la evocación con el tono aturquesado de las playas mexicanas, uno de sus campos de estudio. María Francisca Atlántida Coll, investigadora del Instituto de Geografía (IG) de la UNAM, lleva hasta en el nombre la vocación por la tierra y el mar.

Actualmente, se dedica a la geografía del turismo, sin desatender el campo de la especialidad económica. En los últimos seis años ha estudiado el impacto que tiene el turismo en la organización de los territorios adyacentes, sobre todo, los efectos en la población. The back of the house (la parte trasera de la casa), es el término de hotelería que utiliza la académica, referente a lo que el visitante no ve.

La universitaria, investida como investigadora emérita por esta casa de estudios, señaló el caso de las costas de Oaxaca, en Bahías de Huatulco, por tratarse de uno de los últimos centros turísticos integralmente planeados por el gobierno federal.

“Por una parte, hay un desarrollo, una serie de hoteles de muy altostanding, de cinco estrellas y de categoría gran turismo, es decir, destinados al internacional de gran lujo, que forman un espacio ajeno al resto de la comunidad; hay muchos mexicanos o extranjeros que asisten, y que desconocen que hay un pueblo. Éste es uno de los primeros elementos a destacar, pero no es privativo de Huatulco, en Cancún ocurre lo mismo”, explicó.

El proyecto que involucra también a Juan Córdoba y Ordoñez, investigador de la Universidad Complutense de Madrid, comprende el estudio comparativo de Cancún, en Quintana Roo, y Huatulco, en Oaxaca, con sitios similares en España.

A lo que queremos llegar, explicó, es saber si se puede ofrecer una idea de planeación de uso del territorio, de equilibrio entre las actividades económicas de la región, la búsqueda de dinámicas alternativas al turismo, porque el problema es que es una actividad aleatoria, de temporada.

“Si no hay esa actividad, no hay empleo, entonces una de las alternativas que prevemos es manejar todos los aspectos físicos, económicos de la región, incluso las características de la población. Crear opciones económicas, que deben ser muy especiales porque Oaxaca es un estado con retraso, marginación, y con una enorme pobreza en todos sentidos. Entonces, hay que ir por un desarrollo equilibrado, sustentable y menos dañino para la sociedad local”, subrayó.

Asimismo, apuntó que en el caso de Bahías de Huatulco esa actividad inició a cargo de pocas personas, pero hoy en día, sin contar la cabecera municipal en Santa María, son 12 mil personas las que subsisten de ese ámbito.

“El problema de esos trabajadores es dónde habitan. Viven en la “parte de atrás”, en donde no se ven, en casas de muy baja calidad, a más de 20 kilómetros del destino; vienen de Santa María y de los pueblos de la sierra”.

Ese destino turístico, considerado por Atlántida Coll como un gran fenómeno social, pero “completamente pasmado”, encontraría un revulsivo con la entrega de la autopista que lo comunique con otros centros urbanos. “Son 13 horas de viaje en carretera y lo que la gente local espera desde hace 20 años es esa vía, que tiene una historia como para hacer una película de ciencia ficción, porque no llega”, lamentó.

Atlas de vida

En su mapa vocacional, la geografía irrumpió desde los genes. “Románticamente pensé que podía ser física por la Facultad de Ciencias, y estuve ahí dos años, pero me cambié a geografía porque era lo que conocía de toda la vida; mi madre, Josefina Oliva de Coll, era geógrafa y fue una de las profesoras fundadoras de la Preparatoria 7”, relató.

La académica mencionó el proyecto de mayor envergadura que marcó su carrera profesional: el Nuevo Atlas Nacional de México, que requirió la labor, por cinco años, de alrededor de 50 académicos, y la intervención de 40 instituciones. Fue publicado impreso en 2007, y en su versión digital, en 2011.

“Ha tenido un gran impacto en el medio académico por su calidad, incluso, estética. Ahí, pueden apreciarse regiones de foco rojo, que presentan problemas que requieren de solución inmediata”, precisó.

Atlántida Coll es precursora en el desarrollo de la geografía económica y ha abordado líneas de estudio en geografía agraria y minera. Ha recibido la Medalla Benito Juárez al Mérito Geográfico, el Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz por la UNAM, y la Medalla Panamericana en el Área de Cartografía del Instituto Panamericano de Geografía e Historia, de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Justo al cumplir 45 años como investigadora del Instituto de Geografía recibirá el grado de investigadora emérita por la esta casa de estudios, institución con la que está delineada la cartografía de su vida.

“Soy de la UNAM desde que tenía 14 años. Estoy en deuda con ella y con este país. México y Lázaro Cárdenas nos salvaron la vida y nos dieron una gran oportunidad, nuestra deuda es impagable”, concluyó.

Fuente: DGCS-UNAM

viernes, 18 de mayo de 2012

Más de 200 especies de aves atraviesan territorio mexicano en su trayecto por el continente


Cada año cruzan patos, gansos, garzas, pelícanos, aves playeras, gaviotas, palomas, aves rapaces, colibríes, pájaros carpinteros y gorriones, entre otras
Se celebra el Día Mundial de las Aves Migratorias, iniciativa del PNUMA que busca conservar las especies y sus hábitats
Por la generosidad de sus ecosistemas, México es lugar de descanso, aprovisionamiento y refugio para millones de especies acuáticas, canoras y rapaces, que transitan de norte a sur de América y viceversa, según la temporada estacional, lo mismo que de algunas procedentes de Europa.
Nuestro país se coloca como sitio de importancia crucial para las especies de pluma, ya que por su territorio cada año cruzan patos, gansos, garzas, pelícanos, aves playeras, gaviotas, palomas, aves rapaces, colibríes, pájaros carpinteros y gorriones, entre más de 200 especies.
Los corredores biológicos sirven de paso a las también denominadas “embajadoras de la biodiversidad”, que aprovechan las condiciones de viento, alimento y ecosistemas del país en su trayecto hacia otras regiones.
Las características fisiográficas del territorio nacional y los vientos prevalecientes determinan cuatro rutas migratorias para las aves que atraviesan principalmente el Estado de México, Michoacán, Tlaxcala, Veracruz y Oaxaca. En estas dos últimas entidades se ubica el corredor biológico del Istmo de Tehuantepec.
Las corrientes que circulan por el Corredor Biológico del Istmo de Tehuantepec favorecen el vuelo de las aves durante días completos, en tanto que el Corredor Biológico Cardel-Puerto de Veracruz-Istmo de Tehuantepec, también llamado “Río de Rapaces”, canaliza de manera natural a millones de aves migratorias, particularmente aves de presa, en sus desplazamientos a lo largo del hemisferio occidental, y para la golondrina del Mar del Paraíso, la preservación de los ecosistemas de la costa de Michoacán son de vital importancia para descansar y alimentarse durante su trayecto.
Al ritmo que marca su reloj interno, las aves migratorias de Estados Unidos y Canadá hibernan generalmente en México y Centroamérica, a donde llegan por diferentes rutas, según su lugar de partida. Las procedentes del Este atraviesan el Golfo de México o siguen el río Mississippi; las del Oeste se desplazan por las montañas Rocallosas, en Estados Unidos, y las montañas de México, en tanto que las del Pacífico se trasladan por la costa o por mar abierto.
La época de la migración la determina el “reloj” interno de las aves que les indica la fecha en que deben volar a otros sitios con el fin de evitar climas adversos y escasez de alimento, ya que estas especies vuelan enormes distancias. La golondrina del Mar Ártico y algunos chichicuilotes, por ejemplo, viajan hasta 13 mil kilómetros.
Estas aves requieren hábitats de calidad en sus rutas migratorias para descansar y reabastecerse en sus sitios de reproducción e hibernación. Las evidentes interrelaciones entre las aves y los ecosistemas obligan a los países a trabajar coordinadamente, a fortalecer alianzas con la sociedad civil y establecer nuevos instrumentos para la conservación de las especies residentes y migratorias.
La Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres, firmada el 23 de junio de 1979 en Bonn, Alemania, reconoce que la fauna migratoria en general constituye un elemento irremplazable de los sistemas naturales de la Tierra, que debe ser conservado para el bien de las generaciones futuras. Indica que, en caso de hacer uso de las mismas, se ha de proceder con prudencia y considerar los puntos de vista medio-ambiental, ecológico, genético, científico, estético, recreativo, cultural, educativo, social y económico.
Dado que en sus migraciones estas especies traspasan los límites de jurisdicciones nacionales, señala el PNUMA, los Estados son y deben ser protectores tanto de las especies migratorias silvestres residentes como de las que franquean sus fronteras, por lo que llama a una acción concertada de todos los Estados dentro de cuya jurisdicción nacional esas especies pasan alguna parte de su ciclo biológico.
Canadá, Estados Unidos y México desarrollan la Iniciativa para la Conservación de las Aves de América del Norte (NABCI), aplican políticas públicas conjuntas y en cada país desarrollan mecanismos para la conservación y aprovechamiento sustentable de este grupo de organismos, así como el Plan de Manejo de las Aves Acuáticas de Norteamérica (NAWMP).

Fuente: SEMARNAT

jueves, 17 de mayo de 2012

El 68 por ciento de los bosques de niebla del país podrían desparecer en el año 2080

• Deforestación y cambio climático aceleran el daño a esos ecosistemas, en los que se extinguiría 70 por ciento de las especies endémicas de vertebrados que allí viven, alertó Víctor Hugo Reynoso Rosales, del IB de la UNAM


• Con su alumna doctoral Rocío Ponce Reyes, aplicó un modelo biomatemático de predicción; los resultados se publican en la revista Nature Climate Change


El 68 por ciento de los bosques de niebla, ubicados en zonas altas del país, podrían desaparecer hacia el año 2080 a consecuencia de la deforestación y el cambio climático, alertó Víctor Hugo Reynoso Rosales, investigador del Instituto de Biología (IB) de la UNAM.


Junto con esos ecosistemas, también llamados bosques mesófilos de montaña, podría extinguirse el 70 por ciento de las especies endémicas de vertebrados que allí viven, destacó el científico al comentar algunos resultados del estudio que, durante los últimos cuatro años, realizó con su alumna de doctorado Rocío Ponce Reyes, actualmente académica de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad de Queensland, Australia.


El trabajo, en el que también colaboraron cinco expertos de las universidades australianas James Cook y Queensland, así como de la Wildlife Conservation Society de Estados Unidos, se publicó recientemente en la revista Nature Climate Change.


Gran endemismo


El bosque de niebla se distribuye en todo México en las partes altas. Es la transición entre la selva tropical y el bosque de encino y pino. Se trata de un ecosistema muy dinámico, sin fronteras arbóreas definidas, como las que generalmente distinguen a bosques y desiertos.


“Es uno de los más diversos del país. Se distribuye en las laderas costeras, cerca de la cumbre de las montañas, y genera un sistema de archipiélagos (conjuntos de islas cercanas entre sí), donde no hay flujo de animales entre una de esas porciones de tierra y la otra, lo que deriva en mucho endemismo de reptiles, aves y mamíferos”, detalló Reynoso en entrevista.


Heterogéneo y muy dinámico, el bosque mesófilo incluye plantas y animales de selvas tropicales en elevadas altitudes, y especies de ambientes fríos que migran hacia las partes más bajas en la ladera costera. Es muy lluvioso y frío.


Modelos de predicción


La indagación sobre los bosques de niebla mexicanos contempla todos los nublados en varias regiones del país, e incluye las especies de plantas y animales que viven en ellos.


La metodología de este proyecto no se fundamenta en trabajo de campo, donde los científicos indagan a detalle una región específica del territorio, pues esta vez el análisis fue global, basado en modelos de predicción, bases de datos y mapas que combinan matemáticas con datos de biología y climatología.


“En este tipo de estudios se generan mapas de distribución del clima y, en función de ellos, se sobrepone la diversidad. No requiere mucho trabajo de campo propio, salvo para la verificación de información”, explicó.


Emplea variables climáticas muy amplias, que se predicen en mapas muy grandes, y proveen una mirada panorámica, en este caso, sobre los escenarios futuros de los bosques de niebla mexicanos.


“Estos modelos mezclan el efecto que va a tener el cambio climático solo, con ese fenómeno sumado al cambio de uso de suelo de la zona, que inicia con la deforestación”, precisó.


Asimismo, aplican una serie de algoritmos matemáticos con datos climáticos de estaciones meteorológicas del país, que comprimen información en pixeles.


Cada uno de estos últimos tiene asignado un valor de temperatura, humedad, precipitación y otras variables; de ahí se seleccionan las que son propias del bosque de niebla y se diseñan los mapas específicos, que deben ser coincidentes con lo que los sistemas forestales definen como bosques mesófilos.


A las cartas se les sobrepone información sobre la distribución de especies faunísticas y, con ello, se sabe cuáles son las más vulnerables a desaparecer a futuro. “La tendencia sería que, con el cambio climático, los pixeles en el mapa, propios de ese clima, se desplazan hacia la punta de la montaña, en conjunto con animales y plantas endémicas”.


Reynoso explicó que si calienta el planeta “los bosques mesófilos, que son fríos, subirán en altitud por las montañas, donde las condiciones atmosféricas sigan favorables, pero si el clima propicio supera la altura de las montañas, ya no habrá más lugar donde los bosque de niebla se puedan asentar. La tendencia sería que los climas desérticos, del lado del altiplano, subirán hacia las montañas, mientras que por el lado de las costas, los mesófilos se estrangularán y las especies endémicas desaparecerán”, destacó.


Deforestación y calor


Usualmente, estos entornos han sido de los menos dañados por los seres humanos, porque se ubican en zonas inaccesibles. “La tradición en el país es cortar todos los árboles que se encuentren y tengan una función maderable, o clarear para siembra o ganado. Eso se hace también en los bosques de niebla, pero son los últimos en ser afectados porque tienen pendientes de hasta 90 grados y menos accesibles que los de pino, de encino y las selvas”, destacó.


También por esa inaccesibilidad hay carencia de estudios biológicos. “Una vez supusimos que tardaríamos cuatro horas en recorrer una distancia de cuatro kilómetros, y tardamos 12”, recordó Reynoso.


A pesar de la dificultad para llegar a ellos, muchos ya son talados y modificados en su uso del suelo. “Las sierras de San Luis Potosí son muy explotadas para extracción de concreto, lo que requiere tirar las montañas, además de los árboles que contiene”, indicó.


Urgen áreas protegidas


En México solamente está protegido el 12 por ciento de este tipo de ecosistemas, especialmente en Chiapas; pero el 88 por ciento no cuenta con una protección que permita impedir legalmente su creciente destrucción.


Por ello, Reynoso y Ponce proponen en su artículo la necesidad de proteger permanentemente la Sierra de Juárez, Oaxaca, un sitio con condiciones naturales semejantes a las de Chiapas, pero que carece de resguardo legal.


La predicción indica que, en 2080, quedarán 66 kilómetros cuadrados de bosque de niebla en ese estado, donde actualmente hay cinco mil 160 kilómetros cuadrados. Respecto a la pérdida de especies, se prevé que, de 26, podrían sobrevivir solamente siete vertebrados; entre las muchas que desaparecerían se encuentran las abronias, lagartijas verdes que sólo viven en México y Guatemala.


Las áreas naturales protegidas no concuerdan con los remanentes de bosque nublado hacia el 2080. Si no se planifican bien esas zonas de acuerdo a nuestros hallazgos, entonces no habrá seguridad en la preservación a futuro”, advirtió.


La propuesta de Ponce y Reynoso es que, a partir de estos modelos de predicción, se proyecten áreas protegidas en sitios como Oaxaca. “Lo importante del artículo es que son predicciones que hacemos 80 años antes. Hay tiempo suficiente para tomar las medidas pertinentes para que no suceda. Debemos detener la deforestación si no queremos que los bosques de niebla desaparezcan en menos de 70 años”, concluyó el universitario.

Fuente: DGCS-UNAM

miércoles, 16 de mayo de 2012

Detectan bajos niveles de contaminación en el complejo geotérmico de Cerro Prieto, BC



• El trabajo estuvo a cargo del Centro de Ciencias de la Atmósfera y el Programa Universitario del Medio Ambiente

• A partir de los datos obtenidos, se determinó que no existe peligro para las poblaciones vecinas
• Por primera vez, se cuenta con mediciones de la zona, pues antes sólo se hacían especulaciones, señaló Oscar Peralta Rosales, investigador del CCA de la UNAM
Con base en análisis y observaciones realizados en la planta de energía de Cerro Prieto se determinó la presencia de contaminación, pero no a niveles que pongan en peligro a la población de la entidad bajacaliforniana, mencionó Oscar Peralta Rosales, del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM.
El trabajo forma parte del Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental del Complejo Geotermoeléctrico de Cerro Prieto, del Programa Universitario del Medio Ambiente (PUMA), realizado en 2010.
Pese a que la central tiene cuatro décadas de funcionamiento, no se había realizado una labor similar ni en las instalaciones ni en las zonas aledañas.
Cerro Prieto es la planta más importante de su tipo en el país y se localiza a 30 kilómetros al sur de Mexicali, cerca de la frontera con Estados Unidos. Los Azufres, Los Húmeros y Tres Vírgenes son también de importancia en su tipo, y se ubican en el cinturón volcánico transversal, en Michoacán y Puebla.
“Los resultados de los estudios son reveladores. Antes todo se basaba en especulaciones. La información ha servido para dar un nuevo punto de vista, tanto a la población como a la Comisión Federal de Electricidad”, dijo en entrevista el investigador del CCA.
“Las emisiones del complejo perciben a cinco kilómetros antes de llegar, el aroma de ácido sulfhídrico es intenso —huele a huevo—, pero las concentraciones encontradas en superficie no son para causar alarma”.
Los universitarios realizaron trabajos de meteorología y calidad del aire en el Valle de Mexicali, tanto en Cerro Prieto como los ejidos Puebla, Benito Juárez, Mezquital y Sonora. Las estaciones de monitoreo de calidad del aire se instalaron en julio de 2010, en los ejidos de Michoacán de Ocampo, Delta y Nuevo León.
Las mediciones en los ejidos se realizaron del 15 al 27 de julio y registraron presencia de ozono (O3), dióxido de nitrógeno (NO2), óxido nítrico (NO), óxido de nitrógeno (NOx = NO + NO2), dióxido de azufre (SO2), monóxido de carbono (CO), metano (CH4) e hidrocarburos no metano (NMHC); sin embargo, no se registraron niveles superiores a los establecidos en las normas oficiales mexicanas (NOM): O3 (NOM-020-SSA1-1993)= 0.11 ppm y NO2 (NOM-023-SSA1-1993)= 0.21 ppm.
Con la información, se elaboraron mil 700 mapas de dispersión de contaminantes de H2S, NH3, SO2, O2, CH4, CO2, N2, C6H6 y, en particular, se validó el resultado del modelo de dispersión para H2S con datos de análisis de gases y lecturas de monitores.
Al término de las pruebas, en cuestiones meteorológicas, en mayo se detectaron patrones de vientos ligeros, en escala de Beaufort, del noroeste, norte y oeste con características divergentes y anticiclónicas, y en julio, ventolinas y vientos ligeros hicieron presencia durante la madrugada y en la noche, y los vientos ligeros del sureste mostraron rasgos anticiclónicos. Los estados de viento registrados fueron divergentes y convergentes.
Los datos arrojan que la calidad del aire en el complejo geotermoeléctrico de Cerro Prieto es buena en la temporada de verano, pues los contaminantes monitoreados estuvieron debajo de las normas ambientales mexicanas, aunque hay que subrayar que esta condición sólo es válida para el periodo de muestreo.
Un gas con olor a huevo
El ácido sulfhídrico (H2S) es más pesado que el aire, inflamable, incoloro, tóxico y con un característico olor a huevo podrido. El monitoreo ambiental indicó que las concentraciones en el complejo y algunas zonas aledañas rebasan el umbral olfativo que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, es 0.002 ppm.
El viento dominante en junio y julio fue de sur a norte, hacia el ejido Hidalgo, y las mediciones comprueban que la concentración máxima de H2S fue 0.38 ppm.
No existe norma ambiental mexicana para este contaminante, la única que lo contempla es la NOM-010-STPS-1999 (10 ppm máximo en ocho horas) y establece medidas para prevenir daños a la salud de los trabajadores expuestos a sustancias químicas en un entorno laboral.
Peralta señaló que falta saber qué pasaría a la población bajo una exposición pasiva continua, es decir, si la concentración de H2S aumenta o permanece constante por periodos largos.
“Proyectar —con la información disponible— qué pasaría a la población tras estar en contacto por mucho tiempo es aventurado. Hace falta continuar el estudio”, concluyó

Fuente: DGCS-UNAM

En México han ocurrido 11 mil 515 sismos entre 2009 y 2012



• La cifra no significa un aumento en la ocurrencia de temblores en años recientes, sino mayor detección y divulgación de estos fenómenos, dijo Sara Ivonne Franco Sánchez, del SSN, adscrito al Instituto de Geofísica de la UNAM

• En promedio, en el país no tiembla más, aunque en el DF hubo 20 años “tranquilos” entre los eventos del 25 de abril de 1989 y del 20 de marzo de este año, afirmó Mario Ordaz Schroeder, del Instituto de Ingeniería


En México han ocurrido 11 mil 515 sismos entre el primero de enero de 2009 y el tres de mayo de 2012, afirmó Sara Ivonne Franco Sánchez, técnica académica del Servicio Sismológico Nacional (SSN), adscrito al Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM.

Según las estadísticas, en 2009 sucedieron dos mil 182 temblores; en 2010, tres mil 402; en 2011, cuatro mil 162 y, en lo que va de 2012, mil 769. “Aunque las cifras crecen, no significa una mayor sismicidad del país, sino un aumento en la detección y divulgación de estos fenómenos”, aclaró.

En una plática sobre estos eventos, en el auditorio Emilio Rosenbluethdel Instituto de Ingeniería (II) de esta casa de estudios, Franco Sánchez precisó que la mayor detección se debe a que en 2010 se añadieron cuatro estaciones a la red del SSN para monitorear la sismicidad en la península de Baja California, cinco más en Chiapas, una en el centro del país, y otra en Mérida, Yucatán.

En el 2011 se instalaron dos más, una en Monterrey, Nuevo León, y otra en la Universidad de la Montaña, en Guerrero.

Cada estación está equipada con sensores sísmicos y sistemas de posicionamiento global (GPS) para medir el deslizamiento de las placas tectónicas.

En 32 años, 19 sismos grandes
Franco Sánchez indicó que, entre 1980 y 2012, en el país se han registrado 19 eventos de magnitud mayor a siete (los llamados “sismos grandes”), aunque nuestra memoria solamente recuerde algunos, como el de 1957 –en el que se cayó el Ángel de la Independencia- y el de 1985, que causó una tragedia nacional.

La ocurrencia de uno de magnitud mayor a siete, como el del pasado 20 de marzo, genera mayor sensibilidad entre la población y más información en los medios de comunicación. “Crea mucha expectativa y varias réplicas, lo que coopera para tener la sensación de que está temblando más”.
Por su parte, Mario Ordaz Schroeder, investigador del II, aclaró que, en promedio, en el país no hay más actividad de acuerdo con las estadísticas históricas, pero no ocurren de forma uniforme en el territorio nacional.

En la Ciudad de México hubo más de 20 años tranquilos, y ahora comenzaron a ocurrir más en esta zona. “El último causó daños en la urbe fue el 25 de abril de 1989, hace 23 años, y el evento fuerte más reciente en esta zona fue el pasado 20 de marzo”.

“Creo que para estar preparados, no es necesario predecir estos eventos; sabemos que continuarán registrándose, quizá habrá dos de magnitud siete por año, y alguno nos va a tocar. Así que debemos proceder como si supiéramos que pronto va a ocurrir, todos los días, y tener las precauciones si vivimos en zonas de riesgo”, concluyó.

Fuente: DGCS-UNAM

martes, 15 de mayo de 2012

Mareas rojas y proliferaciones fitoplanctónicas son eventos impredecibles y no siempre tóxicos


• En su estudio deben considerarse tanto datos ambientales como características de las especies y sus abundancias, expuso David U. Hernández Becerril, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM

Las mareas rojas son fenómenos naturales impredecibles y aunque su presencia se asocia a cuestiones perjudiciales, no todas resultan nocivas o tóxicas, explicó David U. Hernández Becerril, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM.

Son resultado de la proliferación de ciertos grupos de microalgas, principalmente de dinoflagelados, que pueden tener elevadas concentraciones de toxinas. Es posible que su composición cambie en cuestión de horas y su presencia dure desde días hasta semanas o incluso meses. Se manifiestan lo mismo en el Golfo que en el Caribe o Pacífico mexicanos.

Aunque se trata de un fenómeno conocido desde tiempos bíblicos, ha mostrado un pronunciado incremento a partir del siglo XX, como consecuencia de dos factores, explicó el investigador.

“Uno importante es la contaminación de la zona costera por cuestiones no naturales, como el uso de fertilizantes y desechos industriales y humanos, por un lado, y la presencia de navíos y buques de carga, por el otro. Estos últimos, al hacer intercambio de aguas para nivelar el peso, pueden arrojar células especializadas no originarias del lugar que, al hallar ambientes favorables, se vuelvan especies invasoras”.

Este incremento está relacionado con el desarrollo de la industria pesquera y el turismo; sin embargo, su aparición es impredecible. Se pueden anticipar periodos de aparición, pero no su especie, toxicidad y abundancia, características todavía bajo análisis.

“No sólo hay marea roja, cuyo color va del intenso al tipo sangre, también se han identificado cafés e incluso verdes”.

Cruceros
La Sociedad Mexicana de Planctología y la Sociedad Mexicana para el Estudio de los Florecimientos Algales Nocivos han resultado ser agrupaciones de gran ayuda. Los integrantes de estos colectivos celebran foros en los que presentan trabajos y avances de sus estudios en Ensenada, Mazatlán, Mérida y otras ciudades del país.

Sus investigaciones se abocan a la oceanografía, hidrología, composición de especies y cambios en el tiempo; incluso han hecho modelados, refirió Hernández.

Los cruceros realizados en el buque oceanográfico El Puma, con sede en Mazatlán, forman parte de un proyecto interdisciplinario en el que participan alumnos y profesores de diferentes institutos de la UNAM y de distintos centros de estudios del país.

Integrada por tripulaciones de 20 individuos, cada uno tiene una duración promedio de entre 10 y 12 días. Algunos análisis se llevan a cabo in situ y otros en laboratorios de Manzanillo u otras plazas de la República mexicana.

En la travesía más reciente, de abril de 2012, se detectaron grandes manchas de marea roja en una vasta extensión que comprende desde Cabo Corrientes, en Jalisco, hasta Acapulco, Guerrero.

El tamaño, forma, extensión y tiempo de este fenómeno no puede ser determinado. “Así como no hay patrones, las dimensiones varían de unos metros a kilómetros, y aparecen como cordones o manchas redondas”.

La acumulación de células puede deberse a efectos del viento, ondas internas en el mar o movimientos de celdas de Langmuir, y año con año varían. Por ejemplo, en 2011, particularmente caluroso, no aparecieron mareas rojas durante el crucero, recordó David Hernández.

Adscrito a la Unidad de Ecología y Biodiversidad Acuática del ICMyL, el investigador señaló que en estas travesías colaboran oceanólogos, biólogos e incluso geólogos, que aportan sus conocimientos en beneficio de este proyecto interdisciplinario e interinstitucional.

Fuente: DGCS-UNAM