• Tendrían mayor movilidad, mejorarían las existentes en el mercado y serían construidas con tecnologías propias, estableció Rosa Itzel Flores Luna, de la FI de la UNAM
El diseño de prótesis para mano con mayor movilidad, que mejoren las existentes en el mercado, construidas con tecnologías propias y orientadas al bienestar de los pacientes, es el objetivo del Centro de Diseño Mecánico e Innovación Tecnológica de la Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM.
Rosa Itzel Flores Luna, integrante del Departamento de Ingeniería de la entidad universitaria, explicó que el objetivo es recuperar la función principal de la extremidad, que es asir, además de contribuir en el proceso de rehabilitación de las personas amputadas, que tiene una duración aproximada de seis meses.
En la conferencia Diseño de prótesis mecatrónicas para mano, explicó que los desarrollos proyectados cuentan con sistemas de control, potencia, retroalimentación, soporte, transmisión, movimiento electrónico y mecánico, y tienen el respaldo de investigaciones realizadas por un grupo de más de 20 universitarios, desde 2003.
La académica expuso que en el Centro de Diseño Mecánico e Innovación Tecnológica (CDMIT), trabaja en un aparato basado en los tres arcos de la mano que se forman cuando se mueve, para poder ampliar el rango de movilidad de la prótesis; además, tendrá un mecanismo para la oposición y flexión del pulgar, para que la persona pueda tomar cualquier objeto sin dificultad.
Permitirá oponer el pulgar, el movimiento de cuatro dedos, y la carga eléctrica del sistema no podrá exceder dos miliamperios, norma establecida para la salud humana.
También se desarrolla un socket ajustable para miembro superior, que cambia de tamaño para evitar molestias y dar mayor retroalimentación al usuario de las prótesis.
“El amputado no podrá cargar más de 20 kilogramos, para evitar problemas en la columna vertebral, ya desequilibrada por la utilización del aparato y la ausencia de la extremidad”, apuntó.
Antecedentes
La galardonada con el primer lugar en la categoría de egresados de nivel posgrado del Tercer Premio de Ingeniería de la Ciudad de México, 2009, expuso que en el país el diseño de estos aparatos se orienta a los miembros inferiores, por ser los que más se amputan ante la prevalencia de obesidad y diabetes. La primera causa de corte de las extremidades superiores es la imprudencia al conducir, seguida de accidentes laborales.
En el año 2000, el Censo Nacional de Población incluyó, por primera vez, a los discapacitados. Se registraron un millón 795 mil habitantes en esta condición, de los que, se estimó, el 45.3 por ciento tenían incapacidad motriz. La mayoría de los casos es en personas en edad productiva, refirió.
En este contexto, a partir de 2003, un grupo de universitarios preocupados por la falta de investigación en este campo para suplir los miembros superiores, desarrolla líneas de estudio.
Diseño para el bienestar
Flores Luna explicó que todos los movimientos de la mano son combinaciones básicas de cinco prensiones: en gancho, en punta fina, en punta gruesa, en bola, y en puño. En todas, el pulgar se queda fijo o se encuentra con los demás dedos.
Los sistemas disponibles para sustituir las funciones de la extremidad se dividen en pasivos y activos. Los primeros, aunque replican la extremidad perdida, requieren de movimiento externo, indicó.
Los activos funcionan con propulsión asistida o muscular. Al mover una de tipo mecánico, el hombro y la espalda, la persona abre o cierra la prótesis; su velocidad de reacción supera al de las mecatrónicas, que son las más utilizadas en México.
Las eléctricas cuentan con un motor, que activa un botón para replicar la función de asir; las híbridas, combinan dispositivos de las mecánicas y eléctricas; las mioeléctricas, cuentan con sensores que permiten abrir y cerrar el aparato ortopédico más rápido; su costo rebasa los 700 mil pesos, requieren de mantenimiento anual y sólo se fabrican en el extranjero.
Flores Luna dijo que la indagación realizada en el CDMIT está basada en el método de diseño, y se orienta a la generación de conocimiento. “Exploramos nuevos caminos para avanzar en este ámbito. En esta ruta, los mecanismos adaptables nos ayudan a entender los movimientos de la mano”, concluyó.
Fuente: DGCS-UNAM