• Al develar la placa alusiva al Premio Príncipe de Asturias en Comunicación y Humanidades, otorgado a la Universidad en 2009, el rector de esta casa de estudios, dijo que se preservan valores como el ejercicio libre de cátedra e investigación, y la laicidad
• La cultura debe ser un vehículo de enlace, intercambio y colaboración entre países, sociedades y entidades, apuntó
• Teresa Sanjurjo González, directora de la Fundación Príncipe de Asturias, externó que se trabajará para consolidar los vínculos entre ambas entidades
La Universidad Nacional mantiene el compromiso con la defensa de valores como la libertad de cátedra, investigación, pensamiento y respeto al derecho de los demás, afirmó el rector de la UNAM, José Narro Robles.
En compañía de Teresa Sanjurjo González, directora de la Fundación Príncipe de Asturias, y al develar en Las Islas de Ciudad Universitaria una placa que evoca la entrega, en octubre de 2009, del Premio Príncipe de Asturias en la categoría de Comunicación y Humanidades a la UNAM, Narro Robles dijo que esta casa de estudios está comprometida con los problemas de la nación, de Latinoamérica, y de la región iberoamericana.
Narro Robles recordó que la distinción fue otorgada por una trayectoria de defensa de valores impulsada por muchas generaciones de universitarios.
Asimismo, refrendó el compromiso de la UNAM con la educación superior, con el conocimiento, con el saber como fórmula liberadora y como mecanismo de superación de individuos y colectividades.
En tanto, Sanjurjo González agradeció a esta casa de estudios por el espacio que, simbolizado con la placa, se ofrece al Premio Príncipe de Asturias en el campuscentral universitario.
“Tengo que decir que siempre se ha dicho que en la Fundación tenemos memoria y no lo vamos a olvidar. Estos vínculos que México, España y Asturias han tenido siguen aquí, hoy un poquito más fuertes, y trabajaremos para que se consoliden en el futuro”, asentó.
La placa
La placa, flanqueada por los escudos de la UNAM y la Fundación Príncipe de Asturias, contiene un fragmento del Acta del Jurado del 10 de junio de 2009, en la que destaca a la Universidad Nacional como “el modelo académico y formativo para muchas generaciones de estudiantes… ha nutrido el ámbito iberoamericano de valiosísimos intelectuales y científicos… acogió la generosidad de ilustres personalidades del exilio español… ha impulsado poderosas corrientes del pensamiento”.
El segundo texto, recoge un segmento del discurso que Felipe de Borbón, príncipe de Asturias, ofreció el 23 de octubre de 2009, en el Teatro Campoamor de Oviedo, donde resaltó a esta casa de estudios como “alma de México”, con “pasión por el conocimiento”, y recuerda que “en España nunca podremos olvidar la enorme generosidad de la UNAM con muchos de nuestros compatriotas”.
La cultura, instrumento de progreso
Antes, en el Auditorio de la planta baja de la Torre de Rectoría, el rector José Narro aseguró que la cultura tiene que ser el gran instrumento para contribuir al progreso real y verdadero de los seres humanos, así como el vehículo de comunicación, intercambio y colaboración entre países, sociedades y entidades.
Además, resaltó que la Universidad Nacional está ligada con España, Asturias y la Fundación en asuntos de interés común que deben servir para dar inicio a un proceso de colaboración que se fortalezca cada vez más.
Por su parte, Sanjurjo González destacó, en una conferencia ofrecida ante estudiantes, directores de escuelas, centros e institutos y representantes de la embajada de España en nuestro país, que esta Fundación continuará en la búsqueda de la excelencia y la internacionalización en los premiados, los jurados y quienes proponen las candidaturas.
Con este galardón, indicó, se busca que "nos devuelvan la autoestima a todos, porque hay tantas personas e instituciones que trabajan para el conjunto de la humanidad, y que merece la pena aplaudir, premiar y seguir". Hasta el momento, informó, en este año se han recibido alrededor de 200 candidaturas, provenientes de 44 países, en las ocho categorías que contempla el reconocimiento.
Fuente: UNAM