• Con imágenes satelitales, un equipo de expertos,
encabezado por Judith Ramos Hernández, del Instituto de Ingeniería de la UNAM,
establece la disponibilidad del líquido y su manejo en la región, con énfasis
en su merma durante el ciclo hidrológico
Mediante imágenes
satelitales, un equipo de expertos, encabezado por Judith Ramos Hernández, del
Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM, estima la disponibilidad del agua y su
utilización neta en la cuenca del río Lerma, con énfasis en su pérdida hacia la
atmósfera durante el ciclo hidrológico, parámetro conocido como
evapotranspiración.
Es resultado del
consumo de la vegetación en la zona. A través de técnicas de percepción remota,
se identifican variables meteorológicas que intervienen, como temperatura,
humedad relativa, velocidad del viento y presión atmosférica, entre otras;
además de variables fenológicas y topográficas.
Ramos Hernández
consideró que de calcularse los requerimientos reales de la vegetación, se
haría eficiente el consumo de agua. “Se debe prestar atención a este parámetro,
para comprender cómo responden las diferentes coberturas en la superficie, y
determinar la demanda real”.
La integrante de la
Coordinación de Hidráulica del II, indicó que se utilizaron más de 100 imágenes,
obtenidas de los satélites MODIS, LandSat 5 y 7, y del sistema SPOT, procesadas
en el Centro de Investigación en Geografía y Geomática ingeniero Jorge L. Tamayo(CentroGeo), para obtener la
información requerida.
Percepción remota
La cuenca del río
Lerma abarca a Guanajuato, Querétaro, Estado de México, Michoacán y Jalisco.
Está integrada por 44 mantos subterráneos y recursos superficiales disponibles
en ríos y arroyos, cuyo líquido es utilizado en nueve distritos de riego,
además de aproximadamente 16 mil unidades para el mismo fin.
Con imágenes
satelitales se delimitan estas zonas para calcular su demanda de agua, que se
abastece de la superficie o de los acuíferos. Con la información, se calculó
que el área de riego temporal es superior a la de los distritos de riego, pero
el consumo es similar.
La primera abarca
casi 20 millones de metros cuadrados; la segunda, 10 millones de metros
cuadrados. Además, el área de pastizales y matorrales, vegetación endémica de
la cuenca, se estimó en 17 millones de metros cuadrados.
La información
procesada es validada con trabajo de campo, con mediciones de la humedad y
temperatura del suelo, identificación de los tipos de vegetación, además de
disponer de datos del Servicio Meteorológico Nacional para conocer el clima en
la zona.
En el Estudio para establecer el uso neto del agua en los
acuíferos de la cuenca del río Lerma, considerando técnicas de percepción
remota para el cálculo del balance de energía, en particular para estimar la
evapotranspiración real, participan Carlos Cruickshank
Villanueva, Fernando Jorge González Villarreal y Rosalba Ramírez Mendoza, del
II, y Felipe Omar Tapia Silva, del CentroGeo.
Fuente: DGCS-UNAM