martes, 29 de mayo de 2012

La infraestructura turística en costas, espacio ajeno a la sociedad local: Atlántida Coll


• La integrante del IG de la UNAM, investida como investigadora emérita por esta casa de estudios, realiza un estudio comparativo entre centros turísticos de México y España en conjunto con la Universidad Complutense de Madrid

La cromática esmeralda de su iris, se funde en la evocación con el tono aturquesado de las playas mexicanas, uno de sus campos de estudio. María Francisca Atlántida Coll, investigadora del Instituto de Geografía (IG) de la UNAM, lleva hasta en el nombre la vocación por la tierra y el mar.

Actualmente, se dedica a la geografía del turismo, sin desatender el campo de la especialidad económica. En los últimos seis años ha estudiado el impacto que tiene el turismo en la organización de los territorios adyacentes, sobre todo, los efectos en la población. The back of the house (la parte trasera de la casa), es el término de hotelería que utiliza la académica, referente a lo que el visitante no ve.

La universitaria, investida como investigadora emérita por esta casa de estudios, señaló el caso de las costas de Oaxaca, en Bahías de Huatulco, por tratarse de uno de los últimos centros turísticos integralmente planeados por el gobierno federal.

“Por una parte, hay un desarrollo, una serie de hoteles de muy altostanding, de cinco estrellas y de categoría gran turismo, es decir, destinados al internacional de gran lujo, que forman un espacio ajeno al resto de la comunidad; hay muchos mexicanos o extranjeros que asisten, y que desconocen que hay un pueblo. Éste es uno de los primeros elementos a destacar, pero no es privativo de Huatulco, en Cancún ocurre lo mismo”, explicó.

El proyecto que involucra también a Juan Córdoba y Ordoñez, investigador de la Universidad Complutense de Madrid, comprende el estudio comparativo de Cancún, en Quintana Roo, y Huatulco, en Oaxaca, con sitios similares en España.

A lo que queremos llegar, explicó, es saber si se puede ofrecer una idea de planeación de uso del territorio, de equilibrio entre las actividades económicas de la región, la búsqueda de dinámicas alternativas al turismo, porque el problema es que es una actividad aleatoria, de temporada.

“Si no hay esa actividad, no hay empleo, entonces una de las alternativas que prevemos es manejar todos los aspectos físicos, económicos de la región, incluso las características de la población. Crear opciones económicas, que deben ser muy especiales porque Oaxaca es un estado con retraso, marginación, y con una enorme pobreza en todos sentidos. Entonces, hay que ir por un desarrollo equilibrado, sustentable y menos dañino para la sociedad local”, subrayó.

Asimismo, apuntó que en el caso de Bahías de Huatulco esa actividad inició a cargo de pocas personas, pero hoy en día, sin contar la cabecera municipal en Santa María, son 12 mil personas las que subsisten de ese ámbito.

“El problema de esos trabajadores es dónde habitan. Viven en la “parte de atrás”, en donde no se ven, en casas de muy baja calidad, a más de 20 kilómetros del destino; vienen de Santa María y de los pueblos de la sierra”.

Ese destino turístico, considerado por Atlántida Coll como un gran fenómeno social, pero “completamente pasmado”, encontraría un revulsivo con la entrega de la autopista que lo comunique con otros centros urbanos. “Son 13 horas de viaje en carretera y lo que la gente local espera desde hace 20 años es esa vía, que tiene una historia como para hacer una película de ciencia ficción, porque no llega”, lamentó.

Atlas de vida

En su mapa vocacional, la geografía irrumpió desde los genes. “Románticamente pensé que podía ser física por la Facultad de Ciencias, y estuve ahí dos años, pero me cambié a geografía porque era lo que conocía de toda la vida; mi madre, Josefina Oliva de Coll, era geógrafa y fue una de las profesoras fundadoras de la Preparatoria 7”, relató.

La académica mencionó el proyecto de mayor envergadura que marcó su carrera profesional: el Nuevo Atlas Nacional de México, que requirió la labor, por cinco años, de alrededor de 50 académicos, y la intervención de 40 instituciones. Fue publicado impreso en 2007, y en su versión digital, en 2011.

“Ha tenido un gran impacto en el medio académico por su calidad, incluso, estética. Ahí, pueden apreciarse regiones de foco rojo, que presentan problemas que requieren de solución inmediata”, precisó.

Atlántida Coll es precursora en el desarrollo de la geografía económica y ha abordado líneas de estudio en geografía agraria y minera. Ha recibido la Medalla Benito Juárez al Mérito Geográfico, el Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz por la UNAM, y la Medalla Panamericana en el Área de Cartografía del Instituto Panamericano de Geografía e Historia, de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Justo al cumplir 45 años como investigadora del Instituto de Geografía recibirá el grado de investigadora emérita por la esta casa de estudios, institución con la que está delineada la cartografía de su vida.

“Soy de la UNAM desde que tenía 14 años. Estoy en deuda con ella y con este país. México y Lázaro Cárdenas nos salvaron la vida y nos dieron una gran oportunidad, nuestra deuda es impagable”, concluyó.

Fuente: DGCS-UNAM