martes, 28 de febrero de 2012

Desarrollan en Química compuestos para obtener celdas solares orgánicas más baratas

• A diferencia de las de silicio utilizadas en la actualidad, serían más flexibles y económicas
• Para elaborarlas, el académico Norberto Farfán investiga compuestos con propiedades de óptica no lineal • Con estos materiales se generarían hologramas capaces de almacenar información, o construir dispositivos que aceleren la velocidad de equipos de cómputo

Investigadores de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM desarrollan compuestos con propiedades de óptica no lineal (ONL), que tienen potencial uso en celdas solares orgánicas que, a diferencia de las hechas de silicio utilizadas en la actualidad, tienen la ventaja de ser flexibles y más económicas.

En un futuro, se podrían elaborar chamarras cubiertas de estos elementos solares orgánicos capaces de cargar la batería del teléfono celular, o recubrimientos para techos y ventanas de una casa que, de igual manera, permitan el almacenaje de energía.

Las aplicaciones de compuestos que presentan propiedades de ONL son diversas. Con ellos es posible generar hologramas capaces de almacenar información o imágenes, o bien, construir dispositivos opto-electrónicos que aceleren la velocidad de equipos de cómputo, informó el académico del Departamento de Química Orgánica de esta Facultad, José Norberto Farfán García.

El universitario, Premio Nacional de Química Andrés Manuel del Río 2010 en el área Académica de Investigación (el galardón más importante del área en el país), explicó que la óptica referida es un fenómeno donde un compuesto con estas propiedades, al ser irradiado con un haz de luz, duplica o triplica la frecuencia de la luz incidente; es decir, se emite con otro color.

Tradicionalmente, en este campo se habían utilizado compuestos de tipo inorgánico, pero relativamente hace poco tiempo, señaló, se encontró que los orgánicos u organometálicos también presentan propiedades de ONL.

Una de las principales temáticas del investigador es el desarrollo de elementos con mejores propiedades, con el empleo de compuestos organometálicos de boro y estaño.

Esta línea de trabajo inició en 2002, en colaboración con el grupo de Pascal Lacroix, del Laboratoire de Chimie de Coordination, del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) en Toulouse, Francia. Recientemente se incorporó un grupo del Centro de In¬vestigaciones en Óptica (CIO) de León, Guanajuato; asimismo, se tiene relación con el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), del Instituto Politécnico Nacional

Farfán García detalló que se pueden preparar compuestos orgánicos con capacidad para absorber radiación. Junto con los profesores de la Facultad de Química, Héctor García-Ortega y Margarita Romero Ávila, laboran en celdas orgánicas más flexibles y económicas, que podrían colocarse en pinturas o películas para captar energía, pues las existentes son de silicio, más caras y rígidas.

“Somos uno de los pocos grupos que incursionan” en esta área en México, y algo que ha sido exitoso en nuestro caso es que trabajamos de manera interdisciplinaria: colaboramos químicos orgánicos, teóricos y físicos. Estos desarrollos involucran áreas como física, optica y química, y contamos con excelentes especialistas en cada una”, comentó el investigador.

También refirió que con los compuestos desarrollados en la FQ, el grupo del CIO ha realizado trabajos de holografía dinámica, donde se pueden grabar y borrar imágenes, o bien, almacenar información.

El grupo de Farfán también investiga interruptores moleculares, que permitirían dotar a ciertos materiales de propiedades de ONL y, eventualmente, podrían acelerar la velocidad de equipos de cómputo a través de fibras y dispositivos opto-electrónicos.

A partir de esta colaboración, se trabaja en el proyecto SENER-CONACYT sobre Diseño y desarrollo de celdas solares orgánicas (OPV), eficientes para la generación de energía eléctrica limpia, donde participan expertos de la Facultad de Química, del Cinvestav, del CIO y de la Universidad Autónoma de Madrid.

Dependencia tecnológica

“Es importante trabajar para disminuir la dependencia tecnológica, la cual siempre nos va a mantener como un país en vías de desarrollo. Si nosotros no hacemos nuestras propias innovaciones, seguiremos en el atraso”, advirtió.

La economía, concluyó, está basada en el conocimiento. México compra tecnología muy cara y vende materias primas baratas, a la cual casi no se le da valor agregado. Así, “este tipo de trabajos se encamina a no quedarnos rezagados en un mundo que avanza cada vez más rápido y donde el conocimiento es la diferencia”.

Fuente: DGCS-UNAM