lunes, 9 de enero de 2012

Aumenta promedio de vida de los animales de compañía

• Veterinarios especializados en oftalmología, traumatología e incluso cardiología, entre otros, así como la alimentación, contribuyen a su longevidad y conducta
• En muchos casos han cambiado su rol y ahora forman parte del núcleo familiar

“Perro viejo no aprende trucos nuevos”, no es más que un mito. Ahora, por la atención médica especializada, se ha incrementado el promedio de vida de animales de compañía. Veterinarios expertos en oftalmología, traumatología e incluso cardiología, entre otros, contribuyen a su conducta y para que, por ejemplo, en la actualidad un perro viva en promedio de 15 a 18 años.

A ello también ha favorecido la alimentación. Ahora existen distintas clases de comida, y siempre será mejor la concentrada a la casera, pues se trata de dietas balanceadas, con distintos tipos de nutrientes, y micronutrientes como vitaminas y minerales, que son difíciles de suplementar en las de tipo casero, señaló Alberto Tejeda Perea, coordinador del área clínica del Hospital de Especialidades en Fauna Silvestre y Etología de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM.

Para adentrarse en el tema, consideró necesario aclarar que no son mascotas. Estas últimas “son algo inanimado que podemos manipular a nuestro antojo, como un juguete, pero cualquier ser vivo tiene características especiales, así que lo correcto es animal de compañía”.
Cambio de roles

De manera tradicional, los perros y gatos han sido acompañantes por excelencia; sin embargo, en la actualidad se han agregado conejos, hurones y erizos, entre otros, considerados fauna silvestre; no obstante, añadió, en muchos casos han cambiado su rol y ahora forman parte del núcleo familiar.

En el mundo, la población de gatos aumentó para cumplir con ese papel, pero mantienen cierta independencia del dueño, a diferencia del perro, que requiere en mayor medida de la atención del hombre.

Para lograr una adecuada convivencia se echa mano de la etología (estudio del comportamiento animal y que tiene alrededor de 12 años como materia obligada en la FMVZ de la UNAM), que ayuda a entender las actividades cotidianas de los animales.

“Una derivación del estudio de la conducta es la especialidad conocida como etología clínica, rama de la medicina veterinaria que se encarga de valorar, diagnosticar y tratar alteraciones o problemas de conducta; aquí, una de las herramientas más importantes es la modificación de esta última, reaprender cosas, capacitar al propietario para reestablecer la relación con el animal. Perros y gatos aprenden todo el tiempo”, enfatizó.

Esta área comenzó de manera conjunta con el Hospital Veterinario de Especialidades de la FMVZ, con un día de consulta a la semana; en la actualidad, es parte del Hospital Veterinario de Especialidades en Etología y Fauna Silvestre, con horario de consulta toda la semana.

Aquí se atiende a perros fóbicos, desde aquellos que sólo tienen miedo a algo en específico, hasta los que le temen a varios estímulos o situaciones con pérdida del control. Otros problemas que se atienden son diferentes tipos de agresiones: hacia personas de la misma casa, a sujetos extraños (territorial), y la que hay entre ellos mismos, para diferenciar a un líder de un subordinado.

El trabajo en el hospital es a diario con el propietario, quien recibe las instrucciones y debe aplicarlas en casa. Hay reeducación de éste, junto con el animal.
Animales fóbicos y ansiosos

Tejeda explicó que hay especímenes ansiosos por separación, si el propietario no está en casa, lo que se denomina figura de apego. Para detectar ese tipo de comportamientos, los signos son destrucción de objetos, orinar y defecar en todos lados, ladrar. “Desafortunadamente, para el animal, es una situación muy perturbadora, están en un estado de miedo importante porque tal vez creen que los abandonarán”.

El desconocimiento de la conducta normal de los animales puede derivar en fobias (como el caso en que el miedo es recompensado al tratar precisamente de calmarlo); sin embargo, en algunas ocasiones los ambientes con falta de normas y límites pueden ser iniciadores de conductas ansiosas.

Contrario a lo que sucede en programas televisivos, la solución de problemas lleva más de un mes, en ocasiones tres o cuatro, y algunos casos requieren el uso de medicamentos, concluyó.

Fuente: DGCS-UNAM