lunes, 17 de octubre de 2011

Ecosistemas costeros mitigan temperaturas

LOS HUMEDALES CAPTURAN GRANDES CANTIDADES DE CARBONO, EVITANDO QUE VAYAN A LA ATMÓSFERA. ORGANISMOS LUCHAN POR EVITAR SU DEPREDACIÓN.

Del 1 al 7 de octubre se realizó en ciudad Panamá una reunión preparatoria de cara a la 178 Conferencia de las Partes que se efectuará en Durban, Sudáfrica, del 28 de noviembre al 9 de diciembre para buscar acuerdos globales en el tema del calentamiento del planeta.

El cónclave contó con la participación de 194 países y fue organizado por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), con el propósito principal de continuar consensuando posiciones en torno al futuro del Protocolo de Kioto, que compromete a los países firmantes a disminuir las emisiones de carbono a la atmósfera. El protocolo expira en diciembre de 2012 y se corre el riesgo de que quede en un limbo de no llegarse a acuerdos en Durban.

En la sesión inaugural de la reunión interseccional de Panamá, la secretaria ejecutiva de la Convención, Christiana Figueres, expresó que “en el marco del Protocolo de Kioto, las negociaciones están comenzando a trabajar contra el reloj. Durban tiene que abordar tanto los nuevos compromisos de los países desarrollados en cumplimiento del Protocolo de Kioto como la evolución del marco de mitigación bajo la Convención para países desarrollados no abrigados por el Protocolo de Kioto y para países en desarrollo, en el contexto de las responsabilidades comunes pero diferenciadas y capacidades respectivas”.

Los Grupos de Trabajo Especial que estuvieron sesionando fueron el relacionado con Nuevos Compromisos para las Partes del Anexo 1 del Protocolo de Kioto (GTE-PK / AWG-LCA por sus siglas en inglés), y el que abordó la Cooperación a Largo Plazo (GTE-CLP / AWG-KP, por sus siglas en inglés). También, el ”rgano Subsidiario de Asesoramiento Científico y Tecnológico (OSACT) y el ”rgano Subsidiario de Ejecución (OSE).

Al clausurar la reunión, tras considerar que habían alcanzado progresos, entre los que citó el tema de la comparabilidad en torno a los límites de reducciones de emisiones cuantificadas, que permitirá comparar los esfuerzos de todos los países, Figueres dijo: “Lo que falta ahora es una decisión compleja, pero una decisión que tiene que tomarse a nivel político y no a nivel técnico”, al referirse a la CoP17 de Durban.

Carbono azul

Desde junio, en la reunión de la CMNUCC celebrada en Bonn, Alemania, algunos países firmantes del protocolo vienen abogando porque se incluya en la contabilización de la reducción de carbono aquel que es capturado por ecosistemas marinos y de costas, como manglares, pantanos de agua salada y pastos marinos.

Para ayudar a resaltar la importancia de esos ecosistemas en el tema de la mitigación del cambio climático, han creado una nueva designación: “carbono azul” (blue carbon, en inglés), y aspiran a que se establezca un fondo mundial destinado a la protección y gestión de los ecosistemas costeros y el secuestro de carbono en el océano.

El vicepresidente del Consejo Nacional de Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio (CNCCMDL), Omar Ramírez, ha destacado que República Dominicana es la isla del Caribe con más superficies de manglar, con lo que deja establecida la importancia del tema para el Consejo que dirige, al tiempo de resaltar los aportes de esos ecosistemas: “Está demostrado, por estudios, que el manglar fija más carbono que el bosque de tierra firme”.

Estudio relevante

Un informe preparado por la Organización de las Naciones Unidas, titulado “Carbono azul. El papel de los océanos saludables en la fijación de carbono”, exhorta a los países a recuperar esos ambientes con la finalidad de que éstos ayuden a reducir, junto con el freno a la deforestación, un 25 por ciento las emisiones de dióxido de carbono (CO2) necesarias para evitar las consecuencias más “peligrosas” de calentamiento global.

Cada año se pierde entre el 2% y el 7% de esos sumideros naturales, que capturan más carbono que las selvas tropicales, y llama a los países a tomar medidas urgentes para rehabilitarlos, tomando en cuenta que los océanos capturan y almacenan una cantidad de CO2 equivalente a la mitad de las emisiones anuales del sector del transporte en todo el mundo.

El informe fue desarrollado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Educación (FAO) y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (IOC) de la UNESCO, así como por científicos de todo el mundo. http://www.unep.org/pdf/BLUE_CARBON_sp.pdf

Urgen acciones

Se estima que la mayor parte del carbono emitido como resultado de la destrucción de manglares, pastos marinos y pantanos costeros tiene miles de años de antigüedad ya que el CO2 almacenado en los mismos no sólo se encuentra en las plantas, sino en todas las capas Debido a su capacidad para absorber o captar carbono a un coeficiente de hasta 50 veces que el de la misma área de bosque tropical, se calcula que el total de los depósitos de carbono por kilómetro cuadrado en esos sistemas costeros puede ser hasta cinco veces más que el carbono almacenado en los bosques tropicales.

En un esfuerzo por difundir la importancia de esos sistemas a fin de evitar que se continúe con su depredación se creó el Grupo Internacional de Trabajo para el Carbono “Azul” Costero, con el objetivo de impulsar la gestión científica y las metas políticas de la Iniciativa de Carbono Azul. Son miembros fundadores son la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), Conservación Internacional (CI) y la IOC de la UNESCO. Cuenta con el financiamiento de la Fundación Waterloo, la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) y el UNEP. Se reunió por primera vez en París, Francia, en febrero pasado.

Este grupo ha informado que estudios científicos demuestran, que aunque manglares, pastos marinos y pantanos costeros conforman menos del 1% de la biomasa total de plantas de la tierra y bosques, ellos reciclan casi la misma cantidad de carbono que el 99% restante. A pesar de ello, entre 1980 y 2005 fueron eliminados 35,000 kilómetros cuadrados de manglares en el mundo.

DESTRUCCIÓN DE HUMEDALES

La revista Scientific American, en un artículo titulado “Carbono azul: una gran oportunidad para combatir el cambio climático”, ha advertido de la depredación de los ecosistemas costeros. En la referida publicación se atribuye a las actividades antropogénicas, que son las que realizan las personas, la destrucción del 35% de los manglares, el 30% de marismas y el 20% de pastos marinos.

Y pone el ejemplo de Sacramento, California, donde unos 1,800 kilómetros cuadrados de pantanos en la desembocadura del río San Joaquín han sido drenados en los últimos 100 años, lo que ha provocado la emisión de dos giga toneladas de CO2 que se habían acumulado en las plantas y el suelo durante miles de años. Y añade que, según el experto Dan Laffoley, asesor principal de Ciencias del Mar y el Programa de Conservación Global Marina y Polar, se estima que de esa zona cada año se continúan liberando de 10 a 15 millones de toneladas de CO2 por la destrucción de esos humedales.

Expone que la principal esperanza para la conservación de esos hábitats radica en reconocer la importancia de los reservorios costeros de carbono como una herramienta importante para la mitigación del cambio climático, y contabilizar la captura de emisiones de gases de efecto invernadero en las cuencas nacionales.

Fuente: PNUMA