jueves, 6 de octubre de 2011

Las arcillas y la radiación gamma, claves para entender cómo surgió la vida

• Alicia Negrón Mendoza, del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, señaló que mientras la radiación pudo haber proveído la energía necesaria para las reacciones de formación de compuestos orgánicos, las rocas sedimentarias habrían fungido como sustento

Las arcillas y los rayos gamma podrían ser clave para entender cómo surgió la vida en la Tierra, expuso Alicia Negrón Mendoza, investigadora del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM.

“Estas rocas sedimentarias son una verdadera mina de oro, porque sirven para generar compuestos orgánicos, mientras que esta radiación, al excitar las partículas atómicas, podría haber suministrado la energía necesaria para las reacciones de formación de los mismos”, añadió.

La académica señaló que alrededor de este tema siempre ha habido incógnitas, pero quizá una manera de resolverlas sea considerar un escenario como el expuesto, pues las moléculas orgánicas complejas pudieron haber crecido gradualmente en una plataforma de replicación no orgánica preexistente, es decir, en cristales de silicato en disolución.

De ahí, añadió, la importancia de indagar en las arcillas y sus características, “que no son otra cosa que rocas sedimentarias, sumamente plásticas, formadas a partir de depósitos de granos muy finos y compuestos por silicatos de aluminio hidratado. Sin embargo, su relevancia geológica radica en que están presentes en sedimentos antiguos ampliamente distribuidos en la corteza terrestre y en que tienen una superficie interna muy extensa”.

Al impartir la conferencia Importancia de las superficies minerales y la radiación en la evolución química y el origen de la vida, en el auditorio A de la Facultad de Química, Negrón agregó que actualmente diseña modelos que emulan las condiciones químicas que había en nuestro planeta en sus inicios, para así indagar qué fue lo que hizo posible el surgimiento de organismos cada vez más complejos.

Viaje al origen

No existe un modelo generalizado del origen de la vida, aunque se afirma que el mundo se creó a partir de un mínimo de componentes, es decir, pasó de una forma simple a una más compleja.

Hasta donde se sabe, la Tierra es el único lugar donde se ha manifestado. Ahí, los seres animados tienen un origen común y los organismos, aún las bacterias más simples, son altamente complejos, explicó Negrón Mendoza.

La ciencia aún revisa si el origen y su proceso evolutivo surgieron al mismo tiempo. Se ha postulado que, así como actúa el proceso de evolución, también lo harían los mecanismos progresivos en compuestos químicos antes de que hubiese existencia.

“Cualquier teoría que tratemos de usar para explicar este fenómeno debe aclarar cómo formamos los organismos y sus constituyentes; cómo se organizan cada vez en sistemas más complejos. De todo esto debemos llegar a las respuestas. Cualquier enfoque científico necesita evidencias”, indicó.

Al participar el ciclo de conferencias La Ciencias Más Allá del Aula,organizadas por la Facultad de Química en el marco del año internacional de esa disciplina, Negrón Mendoza explicó que antes del comienzo de la vida en la Tierra se produjeron fenómenos geoquímicos y químicos que dejaron huella en las rocas.

“Se trata de evidencias que podemos observar en fósiles y en la taxonomía de las especies aún existentes. Sin embargo, con relación al surgimiento biológico no tenemos ninguna evidencia”.

Fuente:DGCS-UNAM