martes, 13 de diciembre de 2011

El langostino conocido como chacal, con potencial para acuicultura a pequeña escala

Su producción podría ser todo el año y de gran beneficio económico para los acuicultores

La acuicultura rural a pequeña escala del langostino conocido como chacal de la costa norte de Jalisco es posible, de acuerdo con el investigador del Laboratorio de Acuicultura Experimental de la UdeG, doctor Fernando Vega-Villasante, por lo que sus estudios están dirigidos a que las comunidades ribereñas puedan cultivarlo todo el año, obtengan un recurso con alto valor nutricional y puedan vender sus excedentes.

El académico del Centro Universitario de la Costa se ha dedicado al estudio de la acuicultura. Desde hace seis años investiga sobre estos camarones de río en temas de ecología, fisiología y nutrición. En la actualidad registra avances en aspectos de producción, épocas, condiciones y rendimientos.

Dicho langostino, cuyo nombre científico es Macrobrachium tenellum, se distribuye desde Baja California Sur hasta las costas de Perú, pasando por las de México. En Jalisco, la mayoría de arroyos y ríos que desembocan en esteros tienen poblaciones de estos organismos. Algunos en la entidad son los ríos Cuale, Pitillal, Ameca y Mascota.

Vega-Villasante, uno de los 20 galardonados por la UdeG con la presea al Mérito Académico Enrique Díaz de León 2011 por su destacada labor en la docencia e investigación, entregada en fechas pasadas, consideró que a pesar de que existe una pesquería tradicional y estacional de esta especie, no ha sido muy valorada.

Destacó que este camarón de río puede cultivarse junto con la tilapia, puesto que no compiten por alimento ni por espacio. Además, consideró que esta actividad sería una alternativa para conservar los recursos pesqueros de los ríos y el mar, cada vez más deteriorados por la creciente pesca tradicional.

Por el momento desarrollan estudios que "permitan establecer las condiciones óptimas para el cultivo del chacal". La mayoría de proyectos de estudio son puntuales, "yo, por ejemplo, estudio la salinidad en que mejor crece, estudio después el PH y estudio después la temperatura".

Comentó que el siguiente paso será juntar esas condiciones y evaluar las mejores para el cultivo del chacal: "Generalmente los cuerpos de agua natural tienen las condiciones apropiadas, siempre y cuando no tengan contaminantes agrícolas". Estos organismos son sensibles a pesticidas, por lo que también estudian este aspecto.

Este trabajo se complementa con la formación de profesionales en esta área. En la actualidad se realizan ocho tesis sobre el tema. Todos estos esfuerzos podrían permitir que las comunidades ribereñas puedan llevar a cabo la producción y cultivo de dicho langostino durante todo el año. A futuro esto podría llevarse a mayor escala. Para ambos aspectos se requerirá de un mayor interés comercial, además de apoyo gubernamental al sector académico y las poblaciones, concluyó el especialista.

Vega-Villasante es egresado de la ex Facultad de Medicina Veterinaria de la UdeG, es maestro en Biología Animal por la Universidad Nacional Autónoma de México, y doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad de La Habana, Cuba. Además es miembro del Sistema Nacional de Investigadores. En el marco de la FIL le fue entregado la presea Enrique Díaz de León, que otorga el Sindicato de Académicos de la UdeG por su trayectoria profesional.

Fuente: UdeG