Durban, Sudáfrica (PL) La necesidad de que los países industrializados asuman nuevos compromisos para combatir el calentamiento global centró nuevamente aquí los debates previos a la XVII conferencia de la ONU sobre cambio climático.
En su segundo día de sesiones como antesala de la cita que comienza mañana, el Grupo de los 77 sostuvo un encuentro con la ministra de Relaciones Exteriores de Sudáfrica, Maite Nkoana-Mashabane, quien coincidió con el bloque en el imperativo de establecer nuevas metas en el Protocolo de Kioto.
La diplomática consideró necesario que en la reunión de Durban se adopte el segundo período de compromisos del Protocolo, cuyo primer capítulo expira el próximo año.
Ese documento fue suscrito en la ciudad japonesa de Kioto en 1997, ratificado por 156 países y, finalmente, rechazado por dos de los principales contaminantes del mundo, Estados Unidos y Australia.
El texto establece el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en una media del 5,2 por ciento con respecto a los niveles de 1990.
La canciller sudafricana también manifestó la necesidad de hacer que funcione el llamado Fondo Verde del Clima, cuya creación fue aprobada en la XVI conferencia de las partes de la Convención, que tuvo por sede en 2010 a Cancún, México.
Según lo acordado en el balneario mexicano, el fondo administraría los recursos financieros que los países industrializados se comprometieron a entregar a las naciones subdesarrolladas para tareas de mitigación y adaptación al cambio climático.
La promesa incluía destinar 100 mil millones de dólares cada año a partir de 2020, para financiar proyectos que permitieran hacer frente al calentamiento global, sin embargo en opinión de expertos, esa cifra está muy lejos de alcanzarse, no solo en el tiempo sino en cuestiones de procedimientos.
Para ello tendría que existir una agenda muy estricta de cómo se va a incrementar el dinero año tras año hasta que finalice la segunda década del siglo, y hasta ahora no hay nada claro.
En el debate de hoy intervinieron varias delegaciones, entre ellas la de Venezuela, que habló en nombre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
La jefa del equipo negociador venezolano, Claudia Salerno, aseguró que para las naciones del bloque constituye un objetivo clave de la negociación que en Durban se llegue a un acuerdo sobre el segundo período de compromisos del Protocolo de Kioto.
Asimismo, insistió en la necesidad de preservar el actual régimen de enfrentamiento al calentamiento global, incluidos sus principios fundamentales, entre ellos el de responsabilidades comunes pero diferenciadas.
Es precisamente ése el primer principio de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático, el cual estableció en 1992 que las partes deberían proteger el sistema climático en beneficio de las generaciones presentes y futuras, sobre la base de la equidad y de conformidad con sus responsabilidades comunes pero diferenciadas y sus respectivas capacidades.
Salerno, manifestó el apoyo del ALBA a la presidencia sudafricana de la cita, y aseguró que ésta puede trabajar con el mecanismo regional de manera coordinada y transparente.
El ALBA, integrada además por Bolivia, Nicaragua, Cuba, Ecuador, San Vicente y las Granadinas, Dominica y Antigua y Barbuda, reconoció el papel del pueblo sudafricano en la lucha contra el Apartheid, régimen de segregación racial que imperó aquí hasta 1994, impuesto por la minoría blanca.
En la sesión del Grupo de los 77, intervinieron, además, representantes de Arabia Saudita y la India, entre otros, quienes también siguieron la línea de que en Durban sea adoptado el segundo capítulo de Kioto.
Fuente: PNUMA