- Acelera la presencia de alguna enfermedad crónica en quienes tienen factores de riesgo y causa dificultades gastrointestinales
- Esta alteración se controla con técnicas de relajación muscular, actividad física y la eliminación de la dieta de algunos alimentos
El mal manejo de estrés mantiene o agrava enfermedades físicas como diabetes, hipertensión, problemas gástricos y alérgicos, o de salud mental como trastornos de la alimentación, depresión, ansiedad, estrés postraumático u otros.
En entrevista, la psicóloga María Isabel Herrera Villalpando, adscrita al Departamento de Psicoterapia del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente”, explicó que estrés es una respuesta sana y adaptativa a un evento, pero cuando en exceso desarrolla una serie de respuestas fisiológicas que alteran el corazón, aumenta la presión arterial, se agita la respiración, se tensan músculos y se experimenta una sensación desagradable de ansiedad.
El comportamiento de angustia constante hasta por asuntos llevaderos genera estrés crónico que dura más de tres meses, con lo cual las personas se vuelven irritables, hay conductas rápidas al hablar, caminar, poca concentración, actuar de forma mecánica y olvido.
Además, se acelera la presencia de alguna enfermedad crónica en quienes tienen factores de riesgo, hay dificultades gastrointestinales, que si son permanentes o continuas se convierten en gastritis o colitis.
Recomendó a quien tiene problemas de estrés tomarse unos minutos para hacer respiraciones diafragmáticas lentas y profundas y practicar la relajación muscular, ya que además de descansar los músculos, dan tranquilidad mental, reducen el enojo, la tristeza, preocupaciones y los pensamientos negativos.
Asimismo dijo, en momentos de estrés, hay que evitar el consumo de café, té y productos Light porque contienen cafeína y ésta incrementa la actividad del sistema nervioso, en consecuencia hay presencia de ansiedad y estrés.
También recomendó reducir la ingesta de carnes rojas y aumentar la cantidad de verduras y frutas, alimentos relajantes como el yogurt, almendras, leche tibia o chocolate, tener una buena higiene del sueño con ejercicios de relajación antes de conciliar el sueño, evitar el mal hábito de tener la televisión prendida para dormir y descansar por lo menos seis horas diarias.
También ayuda la práctica continua de la actividad física, ya que además de evitar el estrés, relaja y fortalece los músculos y el cuerpo.
El control del estrés repercute de manera favorable en los padecimientos que desencadena y exacerba, ya que se reducen los síntomas de gastritis o los episodios de hipertensión arterial.
Fuente: Secretaría de Salud