Más de 85 mil personas son beneficiarias de estos proyectos, y más de una tercera parte de las mismas son integrantes de comunidades indígenas
Abarca la Selva Maya-Zoque, Sierra Madre del Sur, Calakmul-Sian Ka’an, Sian Ka’an-Calakmul y Costa Norte de Yucatán
El Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan Rafael Elvira Quesada, señaló que los corredores biológicos, más allá de su valor como paisaje, hacen la función de puentes naturales al ser macizos de vegetación que permiten el flujo de genes y especies entre ecosistemas que han quedado fragmentados, tal y como ocurre en la franja continental de selva tropical y bosques que unen a México y Centroamérica.
Por ello resaltó la funcionalidad y preservación del área que hace poco más de una década se integró como la iniciativa Corredor Biológico Mesoamericano-México, con el propósito de asegurar la conectividad de los macizos de vegetación conservada de la región y recuperar su cubierta vegetal.
Esta área que comparten México, Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, posee más del 10 por ciento de las especies de biodiversidad conocidas, las cuales presentan distintos problemas, como la fragmentación de selvas y bosques, situación que se busca revertir, explicó.
Elvira Quesada añadió que esta acción multinacional se fundamenta en ejes básicos pero esenciales, como el aprovechamiento de los recursos por parte de los pobladores locales y comunidades indígenas que habitan las áreas establecidas como corredores, de manera que se traduzca en ingresos económicos para ellos y se detone el desarrollo social mediante el aprovechamiento sustentable de los recursos.
Precisó que algunas de las actividades que se desarrollan en el Corredor Biológico Mesoamericano en México las encabeza la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) en los cinco corredores del mismo: Selva Maya-Zoque (norte de Chiapas), Sierra Madre del Sur (sur de Chiapas), Calakmul-Sian Ka’an (Campeche), Sian Ka’an-Calakmul (Quintana Roo) y Costa Norte de Yucatán.
Expuso que la Semarnat, a través de la Conabio, emprendió desde hace varios años la gestión con 628 comunidades para revertir la tasa de deforestación, y promueve procesos productivos en la agricultura como alternativa de desarrollo económico local, que incluyen principalmente la apicultura, el ecoturismo y el cultivo de café de sombra, atenuando así la presión sobre los recursos forestales.
Con este esfuerzo se privilegia la atención en adoptar nuevos modelos de procesos económicos y sociales que controlen el deterioro ambiental y no propicien el cambio de uso de suelo. Se calcula que más de 85 mil personas son beneficiarias de estos proyectos, y más de una tercera parte de las mismas son integrantes de comunidades indígenas.
El titular de la Semarnat mencionó que además del valor de sus funciones como amortiguadores ante fenómenos meteorológicos extremos, la consolidación de estos corredores representa un frente natural ante el cambio climático. Indicó que a partir de 2012 la meta es destinar anualmente 25 mil hectáreas al manejo sustentable y reducir el fuego como práctica agrícola en por lo menos 30 por ciento de la superficie de esa región.
Fuente: SEMARNAT