Ácidos, cadmio, plomo, zinc, mercurio y litio son sólo algunos de los componentes que posee una pila, ese pequeño dispositivo de metal que produce energía eléctrica a partir de una reacción química y que muchas personas al terminar su vida útil lo desechan en la basura sin imaginar el peligro que tal acción conlleva.
"Las pilas son residuos tóxicos. Luego de que uno las bota ellas llegan a los vertederos y se comienzan a oxidar y a sudar los materiales pesados con los que están hechas. Todo eso sale, llega a los suelos, a nuestras aguas, y los metales se acumulan en nuestras plantas y nuestro organismo", explica Daniela Mattheus París, miembro de Ciudadanos Verdes, organización que realizó hace unas semanas una recolección masiva de pilas a la que llamaron Pilatón.
Los residuos de las pilas y la exposición a éstos pueden producir cáncer. Químicos como el mercurio, el plomo y el cadmio pueden dañar el cerebro, los riñones, ocasionar fallos respiratorios y diarrea, y afectar al feto en mujeres embarazadas.
A pesar de los peligros que acarrean estos desechos en el país, aunque hay voluntad, no existe capacidad técnica para deshacerse de ellos por lo que Ciudadanos Verdes busca crear conciencia y soluciones a este problema.
¿Qué hacer?
Desprenderse de las pilas es todo un tema en el mundo entero. Son poco los países que cuentan con una planta específica para tratar estos desechos.
En el país estas plantas no existen y el traslado de las pilas usadas a estos lugares es complicado debido a que implica tiempo, logistica y dinero. Mientras tanto, Mattheus explica que el Estado está trabajando en ello y solicita a las distribuidoras de las pilas y a los ciudadanos colocar su granito de arena en esta labor.
"El Ministerio del Ambiente, con quien nos hemos reunido, está al tanto de que las pilas son residuos peligrosos. Existen leyes que hablan muy claramente del los residuos tóxicos y en el Ministerio tienen iniciativas muy interesantes en las que están trabajando", comenta Mattheus.
En cuanto a los distribuidores de pilas apunta que lo más idoneo es que recojan las pilas usadas, que se hagan cargos de estos residuos y que coloquen contenedores a lo largo y ancho del país para que la gente coloque sus pilas viejas.
Recomienda a los ciudadanos usar pilas recargables debido a que pueden sustituir 300 ó 500 desechables, no comprar pilas piratas ya que son más tóxicas, no tirarlas a la basura ni quemarlas o enterrarlas, y no mezclar las pilas viejas con las nuevas.
Agrega que también los ciudadanos pueden comenzar a almacenar sus pilas viejas en contenedores de plástico y luego llevarlas a las jornadas del pilatón cada vez que se realicen.
El pilatón
Ese el nombre que Ciudadanos Verdes le colocó a su campaña de recolección de pilas usadas.
"Hasta ahora sólo hemos realizado un pilatón, pero esperamos hacer uno trimestral y queremos sumarle más puntos de recolección. Que lugares en el oeste se sumen y también de las ciudades satélites. Queremos que se vaya extendiendo", dice Mattheus.
La ambientalista no duda en calificar el primer pilatón como todo un éxito debido a que en una sola jornada, en cuatro horas, se recolectaron 380 kilos de pilas usadas, se lograron 176 nuevos puntos verdes y se pretenden que trimestralmente se realicen estas recolecciones.
"La campaña busca motivar crear conciencia y buscar soluciones, como ciudadanos verdes queremos aportar soluciones y trabajar en equipo ya que es indispensable el apoyo del Estado y de las empresas", puntualiza Mattheus
Fuente: PNUMA