Investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Xochimilco (UAM-X) realizan estudios para lograr la reproducción del lobo mexicano (Canis lupus baileyi), al tiempo que evalúan diversas zonas del norte del país para su reintroducción.
La causa fundamental por la que se busca la repoblación obedece a que estos animales realizan servicios ecológicos que permiten un incremento de la biodiversidad. Debido a ello, ya se han evaluado diversos puntos al norte del país, en los cuales es viable la reintroducción del mamífero salvaje.
El doctor Jorge Ignacio Servín Martínez, profesor-investigador de la UAM-X, mencionó que para lograr la repoblación del lobo mexicano en cautiverio se han inventariado y clasificado a las potenciales presas del lobo (venados, jabalíes, guajolotes silvestres, conejos, liebres y roedores), para así asegurar la subsistencia del cánido.
Servín Martínez comentó que el lobo mexicano fue enlistado en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-ECOL-1994, que determina el peligro de extinción, riesgo o vulnerabilidad de las especies y subespecies de flora y fauna silvestres terrestres y acuáticas en México. El mamífero está protegido bajo un programa federal de conservación y reproducción en cautiverio de la especie, que actualmente cuenta con 350 ejemplares.
En contraste con Estados Unidos, donde desde 1998 se ha liberado paulatinamente este animal (en Arizona y Nuevo México), en México se ha complicado la réplica de estas acciones, debido a que no se han logrado acuerdos con los pobladores que actualmente habitan las zonas aptas para la repoblación del lobo.
Estos acuerdos se refieren a la conservación y el manejo de vida silvestre entre las comunidades rurales, que a decir Servín Martínez, redundarían en beneficios económicos para quienes fomenten y cuiden los ecosistemas nacionales. Sin embargo, la mayoría de pobladores que habitan en los puntos estratégicos para la reintroducción del lobo está en contra de la repoblación del Canis lupus baileyi, debido a la mala imagen de depredador que tiene este cánido.
A propósito, el investigador enfatizó que la depredación no es una actividad negativa sino un evento natural que equilibra los ecosistemas.
A decir del doctor Servín Martínez, este programa tiene grandes posibilidades de éxito, puesto que actualmente los científicos han logrado aumentar el número de animales que sirven como alimento para el canino.