viernes, 15 de julio de 2011

Generan en la UNAM mapas de suelos, planicies, montañas y valles del país

• De fácil interpretación, integran geoformas y suelos, dijo Francisco Bautista Zúñiga, del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental
• Son útiles para estudios forestales, agrícolas, de fertilidad, inundaciones, recarga de acuíferos y riesgo ambiental

Una nueva generación de mapas que incluyen las diversas formas de la tierra (geoformas) y suelos del territorio nacional son desarrollados por Francisco Bautista Zúñiga en el Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental (CIGA), con sede en el campus Morelia de la UNAM.

De moderna cartografía, visibles en computadora, elaborados con el uso de imágenes satelitales, son útiles para estudios forestales, agrícolas y pecuarios, así como para la recarga de acuíferos, zonas de inundaciones y riesgos ambientales, entre otras aplicaciones.

La metodología para desarrollar estas herramientas científicas fue desarrollada en 1988 en Holanda por el científico Alfred J. Zinck, quien la ha probado en varias partes del orbe.

Zinck y Bautista –doctor en Biología, experto en edafología y en esa metodología de nueva generación- junto con Gerardo Palacio y Patricia Quintana, elaboraron con éxito un primer mapa, referente a la península de Yucatán, que incluye al estado del mismo nombre, Campeche y Quintana Roo. Ese material se publicó en la revista Geomorphology, de las mejores del mundo en esa área del conocimiento.

Actualmente, el investigador universitario desarrolla otras referentes a la península de Baja California, Michoacán y el Sistema Neovolcánico, que atraviesa la zona central del país.

De rocas a suelos y geoformas

Lo mapas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) parten de que la geología y la base cartográfica es geológica, es decir, describe los tipos de roca, pero son muy difíciles de leer. Es más conveniente utilizar un enfoque geomorfopedológico, es decir, la geomorfología como base cartográfica y la edafología como fundamento temático, explicó.

Con esta técnica, añadió, se hacen mejores proyecciones y se pueden leer bien, pues no se necesita ser un experto para reconocer con facilidad las regiones. “Estos mapas juntan las formas de la Tierra, como planicies, montañas y valles, con los suelos”, precisó.

Una de las ventajas es que, además de distinguir en una zona del territorio nacional una montaña, por ejemplo, se puede observar el grupo de suelo que la acompaña. “Vemos si son fértiles, forestales, para conservación de la biodiversidad; si son suelos para la recarga de acuíferos, o zonas de deslizamiento o inundación”, añadió.

Se pueden distinguir áreas de inundación y así estar alertas ante la llegada de eventos naturales cíclicos, como huracanes. “Son útiles para el análisis de riesgos ambientales, zonas de productividad, diseño de ciudades, regiones agrícolas y sísmicas”.


Red por todo el país

Actualmente, Zúñiga impulsa su realización mediante una red de especialistas en todo el país. “La hacemos con amigos con quienes elaboramos cartas de Chiapas, Tabasco y San Luis Potosí, y la DGAPA-UNAM financia el proyecto”.

La idea es cubrir todo el país, pues se pueden usar imágenes de satélite o radar, pero es necesario el conocimiento local. “Si tengo una contraparte en cada estado se facilita el trabajo. Ellos son colegas edafólogos (especialistas en el estudio del suelo) o geomorfólogos que aprenden o aplican esta técnica”, señaló.

El mapa completo de México será de mayor detalle, a una escala de 1:500 mil, y los estatales de 1:250 mil, es decir, permitirán una gran precisión. “En Yucatán y Michoacán los hacemos a escala de 1:50 mil, y mejoramos la metodología”.

El universitario explicó que debido a que la nación tiene todas las formas de relieve y casi todos los grupos de suelo del mundo, se pueden hacer mejoras al sistema ideado por Zinck. “En estas proyecciones las personas distinguen un volcán en Michoacán o un cenote en Yucatán, y si los pueden leer los van a usar, eso es lo importante”.

Actualmente, Francisco Bautista genera nueva información científica de suelos, a la vez que prepara a especialistas con esta tecnología.

Fuente: DGCS-UNAM