La población del erizo rojo (Strongylocentrotus franciscanus) en México ha disminuido por la intensa pesca que se lleva a cabo en varias localidades en Baja California. En 1972 inició esta actividad en la región y para 1986 se reportó su máxima cifra de captura con 8 mil 500 toneladas, cantidad que ha disminuido a 2 mil en los últimos años.
Este invertebrado se captura con el fin de extraerle sus gónadas (órganos reproductores) que asemejan a gajos de naranja muy demandantes en Japón, donde se considera un manjar y se consumen como sushi o en arroz.
De hecho, la totalidad de la producción de México se envía al país oriental; en 1994 el valor de las exportaciones de la gónada del erizo ascendió a 10 millones de dólares, pero disminuyó a sólo un millón de dólares en 2009, debido a la sobreexplotación de la especie.
La disminución de la población del erizo rojo fue estudiada por el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) y el Instituto Nacional de Pesca (Inapesca); y recomendaron medidas de administración para aumentar su población con la posibilidad de continuar su aprovechamiento comercial.
El doctor Julio Palleiro Nayar, uno de los responsables de la investigación, indicó que en la costa occidental de Baja California se localizan 26 lugares donde se explota de manera comercial el erizo rojo, y de ellos fueron seleccionados diez.
Luego de estudiar esos diez sitios donde se captura el invertebrado, el CICESE dio a conocer que sólo la mitad de estos lugares eran óptimos para obtener erizo rojo; respecto al resto de zonas, recomendó su protección con el fin de que la especie vuelva a poblar esas áreas.
Al respecto el doctor Julio Palleiro Nayar dijo que la población del erizo rojo se encuentra en buenas condiciones, de manera general, pero es necesario ejercer rotación de áreas de cosecha; dejar descansar las zonas no propicias para su extracción, así como respetar la talla mínima de captura de 80 milímetros de diámetro de caparazón.
De acuerdo con los resultados del estudio del CICESE, integrante del Sistema de Centros Públicos de Investigación Conacyt, existen diferencias significativas entre la densidad poblacional de la especie y la estructura de talla: en varios lugares su concentración es muy baja, como en Punta San Quintín y Punta Baja, y otras áreas, como Ejido Valle Tranquilo, ya no soportan la extracción comercial, debido a que hay poco invertebrado.
También identificaron dos lugares en la bahía El Rosario (Isla San Jerónimo y Arrecife Sacramento), situados a 250 kilómetros al sur de Ensenada, que aparentemente no están afectados por la captura del erizo rojo. Esto podría deberse, sostuvo el doctor Palleiro Nayar, a que son sitios donde las larvas del invertebrado se asentaron y contaron con protección de los erizos adultos, así como de estructuras del sustrato rocoso como hendiduras y orificios.
Cabe recordar que los erizos pueden desovar y sus larvas dispersarse por kilómetros para colonizar otros sitios, por lo que el CICESE sugirió dejar áreas con densidades altas de reproductores para que las larvas puedan crecer y salir a repoblar otros sitios, sobre todo, aquellos que han sufrido sobreexplotación.
“De las cinco localidades que encontramos baja densidad del erizo, la recomendación es cerrar estas áreas a su captura, con el fin de que la población de la especie aumente”, indicó el doctor Julio Palleiro.
Agregó el investigador que las recomendaciones pretenden contribuir a revertir el deterioro de la captura del erizo rojo con la aplicación de acciones a desarrollar en los bancos naturales, en su pesca y en el manejo del recurso con un enfoque precautorio basado en estrategias particulares para cada zona de captura.
Esta investigación fue realizada por el CICESE y el Inapesca, contó con el apoyo del Fondo Mixto Conacyt-Gobierno de Baja California. Participaron los doctores Oscar Sosa Nishizaki y Gabriela Montaño-Moctezuma del CICESE y de la Universidad Autónoma de Baja California.
Fuente: PNUMA