viernes, 22 de julio de 2011

Gobiernos tienen un plazo de 40 años para transición energética

La principal barrera a la que se enfrentan los países en desarrollo para la adopción de tecnologías ecológicas es la falta de financiamiento, según un estudio de la ONU

Ciudad de México.— Aunque a escala mundial se encuentra disponible la tecnología ecológica, el reto para los países en desarrollo es cómo adaptar este tipo de tecnologías a sus necesidades en un plazo no mayor de 40 años, resalta el Estudio Económico y Social Mundial 2011: La gran transformación basada en tecnologías ecológicas, realizado por la Organización de las Naciones Unidades (ONU).

Para lograr un desarrollo sostenible es urgente que los gobiernos realicen una transición energética, declaró Diana Alarcón, del departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, durante la presentación del informe en su sede en México.

Resaltó que la principal barrera a la que se enfrentan los países en desarrollo para la adopción de tecnologías ecológicas es la falta de financiamiento, razón por la cual los gobiernos tienen un papel central, buscando una mayor cooperación internacional y financiamientos compartidos.

“La degradación del medio ambiente seguirá incluso si dejáramos de crecer por el modelo energético en el que se basan los gobiernos.”

De acuerdo con el estudio, para una economía verde es necesario un mejoramiento tecnológico, sobre todo en generación y uso de energía, producción de alimentos, manejo de desastres naturales y adaptación al cambio climático.

El estudio señala que en los próximos 40 años, será necesario que los países en desarrollo inviertan mil 100 millones de dólares al año en tecnologías ecológicas, con el fin de atender a una demanda creciente de alimentos y energía.

La representante de la ONU mencionó que mucha de la tecnología necesaria para una economía verde ya está disponible, el reto es cómo adaptarla y aumentar su uso para reducir sus costos.

Hoy en día, las energías tradicionales generan 90 por ciento de energía eléctrica y 60 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono (CO2).

“Necesitamos poner límites al consumo actual de la energía que absorbemos”, dijo Alarcón.

Fuente: PNUMA