lunes, 25 de julio de 2011

Minerales, básicos para el rendimiento deportivo

Escasas investigaciones respecto del resultado que puede tener el déficit o superávit de los minerales en el organismo mantienen en el relativo desconocimiento lo que podría suceder a atletas y deportistas si es que no los consumen como parte de su dieta en etapas de alta exigencia física. La doctora Camila Pierart, académica del Departamento de Nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile expuso detalladamente el metabolismo de los minerales y sus efectos en la actividad física, de lo cual se podrían colegir algunas recomendaciones para que, por ejemplo, los seleccionados nacionales de fútbol Matías Fernández, Jorge Valdivia y Humberto Suazo se recuperen de sus lesiones.

Según explica la doctora Pierart, los minerales son elementos inorgánicos presentes en la naturaleza y que resultan esenciales para distintos procesos metabólicos, participando en la formación de varios tejidos corporales, como huesos, músculos y dientes, así como en la regulación del metabolismo e integrándose o activando a diferentes enzimas y hormonas. "Por esto que la nutrición mineral inadecuada se ha vinculado a un deterioro de las funciones fisiológicas normales y a una serie de enfermedades; la ingesta apropiada es necesaria para mantener un estado de salud y un desempeño físico óptimos", sentencia.

De esta forma, cuando un atleta o deportista debe reducir su consumo de alimentos para bajar o conservar su peso, se puede producir déficit de algunos minerales, situación que se agudiza al mantener una alta exigencia física, ya que la excesiva sudoración también contribuye a eliminar estos nutrientes.

Que no falte el hierro


Los minerales, explica, se pueden clasificar como macrominerales de acuerdo a si es que el requerimiento diario recomendado es superior a los 100 miligramos o el cuerpo contiene más de 5 gramos; de lo contrario, son microminerales.

Los macrominerales son Fósforo, Calcio, Magnesio, Potasio, Sodio, Cloruro y Azufre; los microminerales son el Cobre, Hierro, Zinc, Cromo, Selenio, Boro y otros.

El más conocido de todos es el calcio, que se encuentra en lácteos, pescados, verduras de hojas verdes y legumbres: no sólo sirve para tener dientes y huesos sanos sino que, además, participa en procesos como la contracción muscular. Se pierde en condiciones como el ejercicio moderado -por el sudor- y su déficit sostenido lleva a la osteoporosis. "Pero hay factores de riesgo que aumentan la potencialidad de esta patología, como es el tabaquismo, el consumo excesivo de café y alcohol, así como el estrés", añade la doctora Pierart. Por ello recomienda consumir alimentos ricos en este mineral, acompañado por una ingesta asociada de vitamina D, para asegurar una buena absorción intestinal.

Por otro lado, la baja presencia de magnesio, que se encuentra en mariscos, granos y nueces, puede provocar mayor fatiga muscular y calambres; la falta de hierro -"una de las deficiencias nutricionales más comunes en el mundo", informa- puede provocar anemia, la que se manifiesta en fatiga precoz y, si se mantiene, en disminución del rendimiento deportivo, "y es esencial para los atletas mantener sus niveles normales para tener un adecuado trasporte de oxígeno durante el entrenamiento, así que es vital tener una dieta rica en carnes o legumbres en esta etapa".

A ello, añade que el zinc podría disminuir en los deportistas de resistencia que tienen una dieta rica en hidratos de carbono y baja en proteínas y grasas, "porque pueden tener pérdida de peso, fatiga y disminución de la resistencia, además que aumenta su riesgo de osteoporosis, por lo que es bueno que consuman carne y mariscos como los ostiones".

La doctora Pierart finaliza señalando que, en general, no se ha descrito beneficio directo en el rendimiento físico de consumir suplementos minerales, pero sí el de tener una alimentación equilibrada, de manera de prevenir la falta de cualquiera de ellos, lo cual pudiera devenir en una baja en los resultados alcanzados por los deportistas o, derechamente, en una patología.

Fuente: Universidad de Chile