La ONU urgió hoy a implementar cuanto antes la total reconversión hacia una economía verde para evitar los efectos catastróficos del cambio climático.La ONU hizo este llamamiento en su nuevo Estudio Económico y Social Mundial 2011, presentado en Ginebra. Esta transformación deber producirse en los ámbitos de energía, producción agrícola y tecnologías para mejorar la protección ante desastres naturales, señaló Robert Vos, especialista del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU (DESA).
“Hay que ser realistas, tenemos las tecnologías para hacer esa transformación y mejorar la eficiencia en el uso de energía y también conocemos muchas tecnologías basadas en materias renovables como solar y viento”, dijo.
Vos agregó que esta transformación tendría el mismo impacto socioeconómico que la primera revolución industrial, con la diferencia que debería implementarse en sólo 30 ó 40 años si se quieren evitar mayores efectos del cambio climático.
No hay una definición única de la economía ecológica, aunque existe un acuerdo amplio respecto a la idea básica en que se sustenta: que la mejora del crecimiento económico, del progreso social y de la gestión ambiental pueden ser objetivos estratégicos complementarios y que la necesidad de compensar posiblemente unos con otros con miras a su cumplimiento puede superarse. En este sentido, la esencia del concepto de economía ecológica está en plena consonancia con la del de desarrollo sostenible formulado por las Naciones Unidas, a cuyo tenor se considera que las dimensiones económica, social y medioambiental son los tres pilares del desarrollo, al tiempo que se destaca la importancia de la equidad intergeneracional en relación con el desarrollo; esto es, garantizar que la satisfacción de las necesidades de la generación presente no pone en peligro la capacidad de las generaciones futuras de subvenir a sus propias necesidades.
No hay una definición única de la economía ecológica, aunque existe un acuerdo amplio respecto a la idea básica en que se sustenta: que la mejora del crecimiento económico, del progreso social y de la gestión ambiental pueden ser objetivos estratégicos complementarios y que la necesidad de compensar posiblemente unos con otros con miras a su cumplimiento puede superarse.
En este sentido, la esencia del concepto de economía ecológica está en plena consonancia con la del de desarrollo sostenible formulado por las Naciones Unidas, a cuyo tenor se considera que las dimensiones económica, social y medioambiental son los tres pilares del desarrollo, al tiempo que se destaca la importancia de la equidad intergeneracional en relación con el desarrollo; esto es, garantizar que la satisfacción de las necesidades de la generación presente no pone en peligro la capacidad de las generaciones futuras de subvenir a sus propias necesidades.
Fuente: PNUMA