La Revista Internacional de Contaminación Ambiental, que desde 1985 edita el Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM, aborda análisis integrales en la materia, como aspectos físicos y químicos de los agentes tóxicos; distribución y efectos biológicos y ecológicos de los mismos; tecnologías e implementación de nuevas técnicas de medición y control, así como estudios sociológicos, económicos y legales sobre uno de los temas planetarios más relevantes del siglo XXI.
Pensada desde su creación como una publicación científica multidisciplinaria e internacional, presenta artículos mayoritariamente en español, por autores de diversas disciplinas y países como Chile, Argentina, Cuba, España, Brasil y México; aunque también cuenta con colaboradores de Turquía, Palestina, Egipto y Suecia, que envían textos en inglés, explicó su editor, Rafael Villalobos Pietrini, investigador del CCA, a cargo de la revista desde su fundación.
Se edita junto con la Universidad Autónoma de Tlaxcala, a través del Centro de Investigación en Genética y Ambiente, y con la Universidad Veracruzana, mediante la Dirección General de Investigaciones. Por la UNAM participa, además del CCA, el Programa Universitario de Medio Ambiente (PUMA). Esta colaboración está normada en el Convenio Tripartita de Colaboración UNAM-UAT-UV, firmado el 16 de mayo de 2005.
A lo largo de estos años, explicó Villalobos, asuntos como los análisis físicos y químicos de los contaminantes se han ampliado para incluir novedosos métodos de medición, su relación con el cambio climático, técnicas de biorremediación y evaluación de residuos, efectos en ecosistemas y en la salud humana, así como tópicos de vanguardia, como la medición de huellas de carbono.
Aún son pocos los artículos de ciencias sociales, pero ganan presencia para abordar asuntos como la reglamentación ambiental, los efectos de la contaminación en un grupo social o el costo económico de revertir el efecto de los agentes tóxicos.
Temas y artículos en aumento
Con el paso de los años, los abordajes relacionados han crecido, lo que ha repercutido en el aumento de la periodicidad de la revista, que de 1985 a 1991 fue anual, de 1992 a 1999 semestral, y de 2000 a la fecha, trimestral, explicó el editor técnico, Claudio Amescua García.
Ahora se difunden, en promedio, siete artículos por número, y se planea aumentar la cantidad de páginas para presentar alrededor de 11 inéditos cada tres meses.
Índices mundiales
“Actualmente es la publicación de su especialidad con más presencia en las bases de datos internacionales y en las bibliotecas electrónicas”, afirmó Amescua.
Defensor del español como lengua para escribir textos científicos, Rafael Villalobos reconoció que mantener nuestro idioma como mayoritario en una revista de este tipo, ha sido la mayor batalla que ha librado durante estos años.
“Entre muchos grupos de México y el extranjero se ha visto al español como un idioma para hacer divulgación científica, pero no para publicar artículos inéditos de investigación. Nosotros mantenemos entre 75 y 80 por ciento de materiales en esa lengua y un 10 a 15 por ciento en inglés, con resúmenes en ambos”, finalizó Villalobos.
Fuente: DGCS-UNAM