Como te contamos en varias oportunidades, la preservación de los océanos es uno de los mayores desafíos de la actualidad: son el hábitat de miles de especies, generan gran parte del oxígeno que respiramos, permiten moderar el clima y, al igual que como ocurre con los árboles, son capaces de capturar grandes toneladas de dióxido de carbono, evitando mayor contaminación.
A pesar de que durante mucho tiempo se los creyó invulnerables, lo cierto es que el calentamiento global, la sobreexplotación pesquera y la contaminación, están produciendo un gran deterioro y poniendo en peligro a todos los ecosistemas marinos. Recientes estudios de la Universidad de Oxford, Inglaterra, no sólo confirman esta situación sino que además alertan que, de no tomarse medidas urgentes, se comenzará a presenciar una extinción masiva de especies.
Esta investigación, que será presentada en los próximos días en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, fue elaborada por 27 expertos de seis países para el Programa Internacional sobre el Estado del Océano (IPSO, por sus siglas en inglés), quienes afirmaron que la vida en los océanos se está deteriorando en niveles nunca antes vistos. Como lo explicó Alex Rogers, uno de los autores del informe citado por BBC Mundo, “estamos ante una situación muy seria que exige acciones inequívocas. Hablamos de consecuencias que tendrán lugar durante nuestra vida, y aún peor, durante la vida de nuestros hijos y generaciones posteriores”.
Según Rogers, de seguir en las condiciones actuales existe un alto riesgo de extinción de especies marinas. “El episodio más cercano a lo que pasa ahora es lo que ocurrió hace 55 millones de años. No se trata de una de las cinco grandes extinciones masivas, pero sí se estima que hasta el 50% de las especies de ciertos organismos marinos se perdieron”.
El estudio determina que uno de los mayores problemas es la creciente emisión de gases tóxicos a la atmósfera, que en gran parte son absorbidos por los océanos. Asimismo, los químicos que reciben las aguas, como por ejemplo los residuos de fertilizantes usados en los cultivos, alteran la oxigenación y llevan a la muerte de cientos de animales y plantas.
Teniendo en cuenta estos resultados alarmantes, Rogers afirma que es ahora el momento de actuar: “tenemos una opción muy simple. O actuamos muy, muy rápido o enfrentaremos vivir en un planeta muy diferente a aquel en el que evolucionó la humanidad”. En este sentido, las medidas para mejorar la situación incluyen la reducción de emisiones de CO2 y la eliminación de prácticas pesqueras insostenibles. Además, proponen la creación de un “Gobierno de Alta Mar” por parte de la ONU para regular y trabajar en la conservación del ecosistema marino.
Sin embargo, a las medidas gubernamentales debería sumarse el compromiso de toda la población, incorporando hábitos más amigables con el medio ambiente como: ser consumidores responsables, reducir la cantidad de basura y controlar el consumo de energía, entre otros. Más allá de nuevos resultados, las advertencias se viene realizando desde hace tiempo. Los ecosistemas marinos son fundamentales para el desarrollo de toda la vida en el planeta, por eso debemos asumir el desafío y entender, de una vez, que hoy es el momento de actuar.
Fuente: PNUMA