viernes, 23 de septiembre de 2011

Unir investigación y vinculación hace posible la transformación del entorno

*Asegura el responsable de Vinculación de la Universidad de Colima, Fernando Sánchez Cárdenas, al hablar de la importancia del Laboratorio de Agro-biotecnología que se edifica en el Tecnoparque CLQ

El laboratorio de Agro-biotecnología que estará en el Tecnoparque CLQ, y cuya operación estará a cargo de la Universidad de Colima, fortalecerá las capacidades de investigación y desarrollo tecnológico de la casa de estudios y permitirá que se conciban proyectos tendientes a la generación de conocimiento con un impacto directo en la sociedad.

Así lo aseguró el responsable de Vinculación de la Secretaría de Extensión, Fernando Sánchez Cárdenas, quien agregó que de esa manera se podrán satisfacer necesidades específicas en los sectores productivo, de salud, tecnológico y de la transformación, entre otros.

“La actividad científica que desarrollan las universidades las convierten en uno de los agentes más importantes de los sistemas nacionales de innovación, por tanto, las instituciones y centros de investigación ya no tienen como únicas funciones la formación y la investigación, sino que además deben contribuir al crecimiento económico de las regiones en donde se ubican”, añadió el funcionario de la U de C.

Agregó que de esa manera los productos y los mecanismos inventados por los investigadores de las instituciones de educación superior, son registrados como propiedad industrial para obtener la titularidad de los derechos de su comercialización. (El número de patentes otorgadas por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, en los años recientes, a ciudadanos mexicanos es sumamente bajo).

“A pesar de que las patentes no son uno de los indicadores favoritos para medir la productividad de los investigadores, éstas permiten conocer las aportaciones que la academia hace a las demandas del sector industrial y a la innovación tecnológica, proporcionándonos, además, una visión de las áreas en las que la investigación ha conseguido concretar sus resultados”, puntualizó Sánchez Cárdenas.

Según información del Instituto Mexicano de Propiedad Industrial IMPI durante el 2010 se registraron en México 14 mil patentes de la cuales únicamente el 5.5 por ciento de ellas pertenecen a inventores mexicanos, ya que el resto son de compañías trasnacionales. De este porcentaje, 185 patentes corresponden a universidades (3). Aún cuando la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realiza más del cincuenta por ciento de la investigación científica en el país, no registra un gran número de patentes.

A este respecto, el encargado del área de Vinculación asentó que “la patente cierra el ciclo de investigación y desarrollo de una invención, y el periodo de protección que otorga, de veinte años, brinda la oportunidad de generar mejoras al producto o recuperar la inversión para seguir innovando, como un proceso continuo del investigador o la institución.

Fuente: UdeC