jueves, 16 de junio de 2011

Desarrollan universitarios medicamento para controlar ciertos tipos de cáncer

• Ha mostrado eficacia en pacientes con neoplasia de cuello uterino, síndrome mielodisplásico y linfoma cutáneo
• Fue desarrollado a partir de drogas utilizadas desde hace años para tratar la hipertensión y la epilepsia

La preleucemia o síndrome mielodisplásico, el cáncer de cuello uterino y el linfoma cutáneo pueden ser tratados mediante una combinación de drogas que por años han sido utilizadas para tratar la hipertensión arterial y la epilepsia.

Este desarrollo fue realizado por el grupo de Alfonso Dueñas González, del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM, que después de varios años demostró que la combinación de la hidralazina y el valproato de magnesio es efectiva contra esos padecimientos.

El fármaco recibe el nombre de Transkrip, y a través de él, hoy se les puede proporcionar a los enfermos algunos meses más de supervivencia con respecto a las terapias tradicionales en cáncer cervicouterino, además de que se ha observado importantes efectos terapéuticos para contrarrestar el síndrome mielodisplásico y el linfoma cutáneo, destacó el especialista en oncología médica.

Síndrome mielodisplásico

El síndrome mielodisplásico es una afección que, en términos comunes, también se le conoce como preleucemia. “Como sabemos, en la leucemia hay un defecto en las células que producen la sangre y, por lo tanto, los pacientes sufren alteraciones derivadas; es decir, las células de la médula ósea dejan de producir los constituyentes normales de la sangre y, en consecuencia, muchas veces presentan problemas con la coagulación, las defensas, y se produce anemia”.

Forma parte del grupo de enfermedades denominadas leucemias, y es considerado raro, porque su prevalencia es de menos de 200 mil casos. Sin tratamiento, la mayoría progresa a una leucemia mieloblástica aguda en un periodo de, aproximadamente, 12 a 24 meses, o fallecen a consecuencia de las complicaciones, agregó.

Dueñas González precisó que este padecimiento es maligno y aún no se conocen con precisión las alteraciones genéticas o moleculares que lo originan. No obstante, se sabe que las llamadas alteraciones epigenéticas que, sin dañar la cadena de ADN, cambian la expresión de los genes, participan en el desarrollo y progresión del mismo.

Esas modificaciones ocurren a través de dos fenómenos: la metilación del ADN y la desacetilación de histonas, que se conjuntan para apagar genes supresores y alterar el funcionamiento de las células, indicó.

Hasta hace poco, los tratamientos para esta afección habían sido poco efectivos; sin embargo, hace algunos años un par de medicamentos llamados azacitidina y decitabina demostraron ser eficaces, al mejorar la producción de la sangre y retrasar la aparición de leucemia aguda. Estos fármacos se denominan agentes desmetilantes porque inhiben la metilación del ADN, explicó el también integrante del Instituto Nacional de Cancerología.

El Transkrip es una preparación farmacéutica que consta de dos productos: hidralazina, que inhibe la metilación del ADN, y el valproato de magnesio, un antiepiléptico que inhibe la desacetilación de histonas, combina los inhibidores de estos fenómenos y al usarlo en el síndrome mielodisplásico, hemos visto respuestas favorables en prácticamente la mitad de los pacientes, destacó.

El académico comentó que en marzo de 2010, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) aprobó el registro de este producto para su comercialización y uso en el carcinoma de cuello uterino avanzado. “Demostramos que los pacientes que recibían quimioterapia, más Transkrip, vivían más tiempo sin progresión de la enfermedad”.

También, “con base en nuestros estudios observamos que en el caso del síndrome referido, el Transkrip, empleado como terapia única, también es efectivo”, enfatizó.

La ventaja en el desarrollo de drogas bajo el concepto de reposicionamiento terapéutico es que como son parte de un fármaco ya conocido, el proceso preclínico y clínico es más acelerado, lo que permite obtener con mayor rapidez el registro y su posterior comercialización.

Transkrip, droga huérfana

Dueñas González indicó que en Estados Unidos existe un programa que depende de la Food and Drug Administration (FDA), equivalente a la Cofepris, para investigar y desarrollar fármacos destinados a enfermedades que ellos llaman “huérfanas”, en el sentido de que la prevalencia en ese país debe ser menor a 200 mil.

Entonces, los medicamentos que tienen potencial contra esos padecimientos se les designa “droga huérfana”, y uno de los incentivos de ese programa es que la FDA, a través de un sistema de soporte, facilita a las compañías farmacéuticas y/o a las instituciones públicas, sin fines de lucro, el desarrollo de los estudios clínicos en la Unión Americana, para su eventual aprobación y comercialización en esa y otras naciones.

En el caso de México, acotó, el Transkrip acaba de ser “designado” por la FDA “droga huérfana” para el síndrome mielodisplásico y para el linfoma cutáneo de células T, también considerado padecimiento raro.

Esto significa que se harán estudios clínicos en el país vecino con el medicamento para demostrar su utilidad y, con base en ello, la FDA aprobará su registro para su futura comercialización, explicó.

“Nosotros haremos el desarrollo del protocolo y la compañía farmacéutica que produce Transkrip buscará que se realicen los estudios clínicos en alguna institución que haga investigación sobre cáncer en ese país”, abundó.

Este paso es una condición prácticamente necesaria para que el medicamento sea aprobado y pueda comercializarse a nivel internacional, concluyó.

Fuente: DGCS-UNAM