A pesar de que las iniciativas verdes crecen en el globo, las estadísticas demuestran, una vez más, que los esfuerzos no son suficientes para frenar las emisiones de gases contaminantes y el consecuente calentamiento global. Esta semana la Agencia Internacional de Energía (AIE) dio a conocer los resultados de un estudio realizado sobre los niveles de dióxido de carbono (CO2) emitidos durante el 2010 y las noticias no fueron para nada alentadoras: se registraron 30.600 millones de toneladas, un el 5 por ciento más que en el récord del 2008 cuando se llegó a 29.300 toneladas.
Como es conocido, el aumento de este gas contribuye al calentamiento global y pone en riesgo el objetivo asumido en la COP16 de limitar el aumento de la temperatura media a unos dos grados centígrados. Si esto ocurriese, las consecuencias para el planeta serían irreversibles, afectando primero el hábitat natural y luego la vida de todas las especies.
Pero, ¿por qué ocurre esto cuando la problemática ambiental parece estar cada vez más en la agenda de los diferentes países? Lo cierto es que los modelos económicos desarrollados hasta el momento demuestran ser insostenibles en el tiempo pero no existe un compromiso fuerte para asumir nuevas políticas que tengan en cuenta el contexto actual. Se conoce sobre la contaminación, se conoce sobre el impacto y sobre las futuras consecuencias, sin embargo los intereses que circulan en muchos sectores de la sociedad hacen que todavía no exista un compromiso ambiental verdadero donde se trabaje en modelos más sustentables y pensados a futuro.
Como explicó Javier Martín Vide, catedrático de Geografía Física de la Universidad de Barcelona citado por El País, “se requiere el esfuerzo de todos, pero a estas alturas pocos creen que se logrará mitigar el cambio climático a menos de dos grados centígrados”. Por ejemplo India y China son responsables de cerca del 30 por ciento de CO2 emitido y sus iniciativas serían claves para revertir la situación, “pero tienen controles muy poco estrictos”.
Según el estudio, del total de emisiones de CO2 el 44 por ciento provino del carbón, mientras que el 36 por ciento del petróleo y el 20 por ciento del gas natural. El tiempo pasa y el compromiso internacional contra el cambio climático se sigue haciendo esperar, mientras tanto, como señala Vide, “los resultados obligan a replantear las cosas”.
Fuente: PNUMA