Especies convertidas ya en emblemas de la conservación como la ballena, el tigre, el elefante o el oso panda se han salvado de la amenaza de la extinción gracias al incansable trabajo durante 50 años de la organización medioambiental World Wide Fund for Nature (WWF).
WWF, cuyas siglas cobran significado para varias generaciones junto al oso panda que acompaña siempre su rúbrica, celebra medio siglo en el que ha sido una de las voces líderes en poner el tema de la conservación en la agenda pública.
Pese a todo lo avanzado en el arduo camino de salvar el planeta, WWF sostiene que ni siquiera se ha llegado a la mitad del recorrido, ya que para cubrir las actuales necesidades energéticas y de consumo del mundo se necesitaría media Tierra más.
Uno de los efectos más perniciosos del proceso desmesurado y voraz de crecimiento del último siglo ha sido una pérdida sin precedentes del número de especies y de biodiversidad, que se ha reducido un 30% desde 1970.