Los patrones ecológicos cambiaron por el flujo y reflujo del agua, la calidad de la misma, así como la salinida, además del cambio de corrientes.
La apertura de un canal en Palmar de Cuautla en 1976 para conectar el mar con las zonas lagunarias del norte del Estado se salió de su cauce original a causa de un “error de diseño”, lo cual ha provocado que el 14% de la zona de manglar muera lentamente en esa zona del Estado.
A la vuelta de 35 años el mangle ha muerto y una de las zonas más afectadas está en el Ejido Francisco Villa, municipio de Rosamorada, en donde desde hace seis meses la Comisión Nacional Forestal (Conafor) realiza un programa de restauración de mangle.
Sin embargo el especialista Arturo Zaldívar Jiménez, del proyecto del Gran Ecosistema del Golfo de México en Acciones de Recuperación de Ecosistemas, aseguró que no se puede restablecer cambió totalmente el ecosistema.
“Habría que cerrar la boca en Palmar de Cuautla como estaba antes, podemos hacer esfuerzos locales y generar las experiencias de la restauración, poco a poco ir avanzando, la estrategia”, afirmó el especialista.
Reiteró que los patrones ecológicos cambiaron por el flujo y reflujo del agua, la calidad de la misma, así como la salinidad que fue la que afectó más al mangle blanco que estaba acostumbrado a aguas dulces de la montaña.
Arturo Zaldívar Jiménez, refirió que cada sitio debe tener su programa hecho a la medida no pueden importarse programas porque cada lugar tiene su particularidad.
“En un programa hecho a la medida hay que considerar las condiciones actuales en las que se encuentra el ecosistema, a base de diagnósticos, es prioridad, es importante generar información. Tenemos que apostarle a la investigación y a los estudios técnicos y tenemos que llevar esto a la práctica y sumarnos, grupos de trabajo, Conafor, Semarnat, la parte científica académica” señaló.
Agregó Nayarit ocupa el cuarto lugar con mayor superficie de manglares en México, con 79 mil 561 hectáreas pobladas de manglar blanco, rojo, negro y botón