La Conanp ha capturado cerca de 20 mil ejemplares de esta especie invasora en muelles, arrecifes, pastos marinos, manglares, esteros y rías
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a través de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), aplica la Estrategia Regional para el Control de Pez León con el fin de contrarrestar la presencia de esta especie invasora en el Caribe y Golfo de México.
El titular de la Semarnat, Juan Rafael Elvira Quesada, informó que de enero de 2009 a la fecha se ha logrado la captura de 20 mil ejemplares en arrecifes, muelles, barcos hundidos, pastos marinos, manglares, esteros y rías de las Áreas Naturales Protegidas de la Península de Yucatán y el Caribe Mexicano, en las reservas de la Biosfera Banco Chinchorro, Sian Ka’an y Ría Lagartos; así como en los parques nacionales Arrecife Alacranes, Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc, Isla Contoy, Arrecifes de Cozumel, Xcalak, Tulum y Arrecifes de Puerto Morelos.
Asimismo, indicó que con apoyo de The Nature Conservancy, Conservation International y Coral Reef Alliance, la Conanp impulsa talleres de capacitación para la captura y control de esta especie para evitar cualquier riesgo humano y hacia los arrecifes.
El pez león, también conocido como cebra o pez de fuego, se introdujo en 1992 a los mares del Caribe a través de Florida, a consecuencia de un manejo inadecuado en acuarios y por parte de particulares que gustan de esta especie exótica de ornato, y luego se distribuyó hacia las costas de Nueva York hasta Venezuela, en el Atlántico y el Caribe.
El funcionario federal refirió que México participa activamente en las reuniones internacionales para el control del pez león. En enero 2010, en Mónaco, durante la Asamblea General de la Iniciativa Internacional de Arrecifes de Coral, la Conanp expuso el problema del pez león como un caso que requería respuesta rápida, control y coordinación nacional e internacional, así como elaborar para el Gran Caribe una estrategia conjunta de trabajo.
Por su parte, la directora de la Reserva de la Biosfera Banco Chinchorro, María del Carmen García Rivas, explicó que entre los desequilibrios que causan las especies invasoras está la depredación, cambios en la estructura y composición de las comunidades, pérdida de poblaciones silvestres, degradación de los procesos y funciones ecológicas en tierra y mar, reducción de la diversidad genética, transmisión de enfermedades a flora y fauna silvestres y extinción de especies endémicas.
Subrayó que la peligrosidad del pez león se multiplica por su alta tasa de reproducción, ya que la hembra pone de 15 mil a 30 mil huevos de manera constante, es decir, de 1.2 a 2.5 millones de huevecillos anualmente, con gran potencial para dispersarse.