Naciones Unidas (PL) La lucha en defensa de los seres vivos y la naturaleza recibió esta semana un fuerte espaldarazo con la incorporación de otros ocho países al Protocolo de Nagoya sobre la protección de la biodiversidad.
Los nuevos signatarios de ese instrumento adoptado en octubre pasado en la ciudad nipona de Nagoya son Guatemala, India, Suráfrica, Indonesia, Japón, Noruega, Suiza y Túnez.
Ellos se sumaron a Colombia, Brasil, Argelia, Yemen, México, Ecuador, Perú, Panamá, República Centroafricana, Mali, Rwanda, Seychelles y Sudán, que lo suscribieron a partir de febrero, cuando el documento fue abierto a la firma en la sede de la ONU en Nueva York.
Con las ocho adhesiones registradas el pasado miércoles ya son 21 los Estados integrados al convenio, casi la mitad de los 50 necesarios para su entrada en vigor.
El nombre oficial del texto es Protocolo de Nagoya sobre el acceso a los recursos genéticos y participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de su utilización.
El acuerdo, concluido en la más reciente reunión de la Convención sobre Diversidad Biológica (vigente desde 1993) tiene por objetivo la protección de las especies y los ecosistemas y repartir los beneficios de ese trabajo de forma más equitativa para el 2020.
Como uno de los aspectos esenciales, el instrumento eleva a un 17 por ciento el total del área de tierras protegidas del planeta y a un 10 el de los océanos.
Según datos de la ONU, en el presente hay casi 48 mil especies amenazadas en todo el mundo y 17 mil de ellas están en peligro de extinción.
Ese riesgo afecta a 21 por ciento de los mamíferos, 30 de los anfibios, 12 de las aves, 28 de los reptiles, 37 de los peces de agua dulce, 70 de las plantas y 35 de los invertebrados.
El texto de Nagoya incluye un plan estratégico de 10 años con acciones destinadas a la salvación de la biodiversidad y al logro de las metas de la Convención sobre Diversidad Biológica.
El mundo celebró en el 2010 el Año Internacional de la Biodiversidad y dedica a los bosques el actual 2011 con el propósito de elevar la conciencia sobre la conservación y desarrollo sostenible de la floresta.
Fuente: PNUMA