lunes, 18 de abril de 2011

Colabora la UNAM en estudio geofísico para explicar hundimientos de tierra en Guatemala

• Universitarios colaboraron con autoridades locales para determinar las causas de grandes socavones registrados en 2007 y 2010

En 2007 y 2010, la ciudad de Guatemala sufrió socavones de grandes dimensiones. Para explicarlos, un grupo de investigadores, dirigidos por René Chávez Segura, del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM, colaboró con autoridades locales.

Los universitarios realizaron el estudio Detección de zonas de riesgo (cavidades) a lo largo del colector del drenaje poniente de la ciudad de Guatemala, para localizar oquedades subterráneas entre la ubicación de cada desplome y analizarlas con métodos científicos.

Fue un trabajo de exploración para evitar pérdidas humanas y materiales en un futuro, precisó el también jefe del Departamento de Geomagnetismo y Exploración del IGf.

Con los resultados de la tomografía eléctrica 2D, se determinó que varios puntos estaban saturados debido al drenaje natural del subsuelo, el colapso de la red superficial y la filtración de agua pluvial. Estas causas, junto con las estructuras civiles que imponen condiciones sobre el drene del líquido y las características geológicas, provocaron la formación de las cavidades, informó Andrés Tejero, de la Facultad de Ingeniería (FI).

El especialista explicó que la técnica consiste en colocar una serie de electrodos sobre un perfil (varillas de cobre de 80 centímetros de largo), separados de manera equidistante con el propósito de “inyectar” una corriente eléctrica al subsuelo con dos electrodos (llamados de emisión) y observar la caída de potencial con otros dos (electrodos de recepción).

La serie de estas herramientas se combina y aumenta la separación entre ellos, de tal manera que se obtiene información relativa a la profundidad y el ángulo lateral, lo que permite definir el parámetro anómalo de resistividad aparente.

La determinación de las resistividades verdaderas en el subsuelo se realiza mediante programas de inversión, que muestran en color la distribución de los niveles en el subsuelo, lo que permite la localización de estructuras de interés.

Los resultados finales

La zona de estudio se ubica en un graven (bloque de tierra parcialmente hundido), entre las fallas geológicas de Mixco y El Trébol. La composición del suelo es compleja, producto de varias erupciones en el pasado.

En 2007, se registró el hundimiento más grande en el barrio San Antonio, con 30 metros de diámetro, y 65 de profundidad. Tres años después, en la colonia Ciudad Nueva de la capital guatemalteca, se formó otro socavón, con 22 metros de diámetro y 45 de profundidad.

Los universitarios detectaron que entre ambos puntos el subsuelo está compuesto por piedra pómez y ceniza volcánica; estos materiales absorben líquidos y se deslavan fácilmente, detalló Chávez.

El investigador informó que detectaron, a 30 metros de profundidad, una “anomalía”. A partir de esta información, el gobierno municipal de Guatemala perforó y encontraron una cavidad, con cuatro metros de altura y 12 de diámetro”, señaló.

A partir de esos estudios, fue posible el hallazgo de tramos compactos (totalmente sólidos), que requieren ser verificados a través de la perforación de pozos. El más importante colinda con un hospital adscrito al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, abundó.

Al respecto, Esteban Hernández, investigador del IGf, acotó que la responsabilidad del equipo fue señalar las zonas de riesgos y las medidas de protección y prevención, son competencia directa de las autoridades locales.

Fuente:DGCS-UNAM