- Se presenta en madres jóvenes quienes provocan síntomas físicos a sus hijos por lo que son hospitalizados frecuentemente
- El INP a través de la Clínica de Atención Integran al Niño Maltratado ha identificado en los últimos cuatro años 18 casos de esta patología
Una de las formas poco conocidas de maltrato infantil es el Síndrome de Munchausen por poder, alteración mental que sufren algunas madres jóvenes y consiste en provocar síntomas físicos a sus hijos como vómito, diarrea, elevar la temperatura corporal o disminuir los niveles de azúcar en sangre, entre otros, ocasionando que el menor requiera hospitalización y estudios.
Así lo informó Arturo Loredo Abdalá, coordinador de la Clínica de Atención Integran al Niño Maltratado (CAIN), del Instituto Nacional de Pediatría (INP), quien señaló que este síndrome es desconocido entre la comunidad médica, por lo que no se diagnostica de forma oportuna poniendo en riesgo la vida del menor.
Señaló que en los últimos cuatro años se han identificado 18 casos, los cuales han sido estudiados y sus resultados serán publicados próximamente.
Este síndrome se presenta en madres jóvenes de 25 a 30 años de edad, con una personalidad especial, son personas inteligentes con conocimiento de términos médicos y síntomas de enfermedades, amables y atentas en el cuidado del pequeño durante su estancia en el hospital, haciendo difícil sospechar que sean ellas quienes causen la enfermedad de su hijo.
Estas madres de familia agreden a sus hijos provocándoles alteraciones orgánicas por el suministro de medicamentos que los llevan a hospitalización.
Una vez internado el niño informan al médico sobre los síntomas que ha presentado su hijo, ya que llevan una bitácora con fecha y hora del proceso de la supuesta enfermedad, además entienden perfectamente los términos médicos, inclusive pueden sugerir posibles padecimientos de acuerdo al cuadro que presenta el menor.
Los médicos realizan estudios al pequeño para hacer el diagnóstico, y al no encontrar nada anormal, son dados de alta.
Agregó que este tipo de escenarios se repiten consecutivamente, es decir, los niños vuelven a ingresar por los mismos síntomas o por otros. "Tuvimos un caso de un niño que llegaba al hospital con una crisis de hipoglicemia -baja de azúcar en sangre-, la cual era provoca por la madre porque le inyectaba insulina".
También es común que alteren las muestras de análisis clínicos al contaminarlas con materia fecal, sangre del niño o de ella, lo que lleva al médico a practicar al niños otros estudios con el fin de hacer un diagnóstico.
Ante ese tipo de situaciones, los médicos pueden sospechar que se trata del síndrome de Munchausen y sugerir a la madre de familia que acuda a la Clínica del Niño Maltratado, en donde un grupo de especialistas analiza el caso y se brinda orientación.