lunes, 4 de abril de 2011

DESARROLLA LABORATORIO DE LA UNAM NOVEDOSA IDEA PARA COMBATIR EL PALUDISMO

• No queremos matar a todos los mosquitos (transmisores de la enfermedad), más bien, vacunarlos para que sean resistentes a la infección por el parásito, dijo Lourival D. Possani, del Instituto de Biotecnología

Para impedir que el parásito causante del paludismo (Plasmodium) se desarrolle en los mosquitos transmisores del mal, el investigador Lourival D. Possani, del Departamento de Medicina Molecular y Bioprocesos del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM, con sede en Cuernavaca, impulsa una novedosa idea en su laboratorio.

Las poblaciones en países tropicales y sub-tropicales sufren un grave problema de salud pública debido a parásitos y virus transferidos por esos insectos, y causan dos tipos principales de enfermedades: paludismo y dengue, explicó el científico.

Si bien hubo un periodo en que ciertos fármacos empleados en medicina podían ayudar a disminuir la intensidad del padecimiento, como el caso de ciertos derivados de cloroquina, en África y Asia, ya existen Plasmodium resistentes.

Los casos en México, sobre todo en la frontera sur, aún no son reacios al tratamiento, pero la ocurrencia de los mismos es de, aproximadamente, dos mil al año.

La meta es obtener nuevas drogas o estrategias capaces de impedir su diseminación. Se puede hacer a tres niveles: con el rociado de insecticidas; directamente en el humano, con el uso de las cloroquinas o derivados, o en el insecto, vector del mal.

El rociado del ambiente, aclaró, implica problemas ecológicos, además de ser costoso. El tratamiento de personas infectadas, con drogas químicas, es un paliativo que no impide la diseminación del padecimiento.

La última estrategia, que el grupo de investigación considera la más inteligente, es utilizar un sistema que impida la propagación del parásito directamente en el vector. “No queremos matar a todos los mosquitos, más bien, vacunarlos para que sean resistentes a la infección”.

Ese concepto surgió al descubrir que algunos péptidos presentes en el veneno de algunos alacranes, como la escorpina, son capaces de controlar las fases esporogónicas delPlasmodium, relató el experto.

El proyecto fue financiado inicialmente por la Fundación Gates. El donativo, que ha apoyado al grupo de Possani y de Enrique Reynaud, del IBt, y Humberto Lanz, del Instituto Nacional de Salud Pública, ha servido para estudiar y desarrollar un mecanismo capaz de introducir estos péptidos en la hemolinfa de los insectos para que, de manera natural, se tornen resistentes; con ello, se espera acortar el ciclo de vida del parásito.

Por ahora, el equipo de científicos mexicanos estudia los eventos moleculares que ocurren entre los péptidos con acción antipalúdica y sus posibles moléculas receptoras; mediante ingeniería genética, se pretende obtener cepas de mosquitos más tolerantes.

La idea es que los péptidos del veneno de los alacranes, cuyo efecto nocivo en humanos se debe a la modificación del funcionamiento de moléculas que actúan como canales iónicos, mediante el control de permeabilidad de las membranas de las células, puedan actuar al impedir el funcionamiento del mismo tipo de moléculas en elPlasmodium.

La ventaja descubierta fue que los péptidos son específicos para los distintos tipos celulares, de tal forma que los que afectan a las personas no son los mismos que dañan a los organismos que sirven de alimento para los alacranes.

Estos arácnidos tienen toxinas específicas tanto para los animales de los que se alimentan, como cucarachas, larvas y otros invertebrados inferiores, como en contra de los que se defienden, como los humanos.

La escorpina, explicó Possani, no es peligrosa para nosotros, pero causa problemas al parásito Plasmodium. Además “hemos encontrado otros péptidos que tienen función parecida”.

El donativo se ha terminado y ahora es necesario que los organismos financiadores continúen con el apoyo a este grupo multidisciplinario. Los resultados obtenidos son prometedores, pero necesitan continuidad, finalizó el universitario.