viernes, 29 de abril de 2011

Todavía no existe vacuna eficiente contra el Paludismo

• El Día Mundial del Paludismo sirve para informar sobre ese mal, pero se requiere un cambio de hábitos para prevenirlo, añadió el infectólogo
• La complejidad biológica del parásito que la causa ha limitado la obtención de un inóculo eficiente y seguro, explicó Raúl Romero Cabello, de la FM de la UNAM

El paludismo o malaria amenaza al 40 por ciento de la población mundial y su parásito infecta, cada año, a más de 500 millones de personas y causa la muerte de más de un millón, especialmente en África, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sin embargo, todavía no existe una vacuna eficiente y segura, reconoció Raúl Romero Cabello, investigador de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.

“Es muy difícil tener inoculaciones contra parásitos, porque biológicamente son más complejos que los virus y las bacterias”, añadió el académico del Departamento de Microbiología y Parasitología de esa entidad.

Estos organismos se dividen en parásitos protozoarios unicelulares y helmintos (gusanos) multicelulares. El paludismo es causado por protozoarios del género Plasmodium, y se estima que han infectado al humano por miles de años. La especie más agresiva, falciparum, es abundante en África, mientras en México, la más común es laPlasmodium vivax.

“Aunque hay varios grupos de investigación en el orbe que trabajan para obtener una vacuna, aún no se ha logrado una que sea práctica, efectiva, segura y que reúna las condiciones para su aplicación en forma masiva y rutinaria”, dijo.

En varias zonas de América Latina es un problema de salud serio, pero en nuestro país es mucho menor que otras enfermedades parasitarias causadas por picadura de mosquito, como el dengue.

Romero Cabello recordó que, en la década de los 50, se inició una campaña en que aún tiene resultados. “Hoy tenemos pocos casos al año y casi no hay mortalidad. La mayoría de los pacientes se ubican en zonas costeras y en el sur del país, en sitios tropicales, húmedos y con baja altitud”, recordó.

Cuidado con los charcos

La palabra malaria proviene del italiano “mal aire”, asociado a zonas pantanosas, donde hay putrefacción de materia orgánica. En tanto, paludismo deriva de “palustre” o zona pantanosa.

“En ambas acepciones de la misma enfermedad hay una asociación con los pantanos, porque son zonas donde la cantidad de insectos es mayor y el riesgo de infección aumenta”, señaló.

Como medida de prevención, el médico recomendó no almacenar en casas y traspatios objetos como cacerolas, llantas y latas donde pueda acumularse agua, pues ahí se multiplican los mosquitos Anopheles que, infectados con el parásito del paludismo, al picar al humano transmiten el microorganismo. Los sitios con líquido estancado, puntualizó, son aprovechados por las hembras para depositar sus huevecillos y desarrollar sus larvas, lo que incrementa la población.

El Día Mundial del Paludismo, que se conmemora el 25 de abril, sirve para informar, pero se requiere un cambio de hábitos. “Hasta ahora tenemos buenos tratamientos para curar la afección si hay un diagnóstico temprano, pero es difícil la modificación conductual”, finalizó.

Fuente: DGCS-UNAM