 | Mario Hamuy, astrónomo de la U. de Chile, es miembro del Consejo Superior de Ciencia de Fondecyt de CONICYT y uno de los investigadores principales del Centro Basal de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA). |
Muy lejos de la Tierra, en un punto entre Marte y Júpiter, se encuentra el asteroide 109097, más conocido como el asteroide "Hamuy".
El objeto fue descubierto el 19 de agosto de 2001 por el Observatorio Astronómico Pla D'arguines en Segorbe (Castellon, España). Su diámetro aproximado es de cinco kilómetros y orbita a una distancia media de unos 350 millones de kilómetros del Sol, tardando poco más de cuatro años en dar una vuelta alrededor de nuestra estrella.
El asteroide es visible desde el hemisferio sur y, actualmente, se encuentra en la constelación de Gemini, por lo que puede ser observado con telescopios aficionados.
El nombre que recibió el objeto 109097 es en honor al director del Departamento de Astronomía de la Universidad de Chile, Prof. Mario Hamuy. "La dedicatoria del asteroide viene dada por la pasión que tengo por la observación y búsqueda de Supernovas, campo en el que trabaja el Dr. Hamuy, y de quien he aprendido muchísimo por sus publicaciones y por su libro Supernovas: el Explosivo Final de una Estrella, del cual es coautor", explica el director del Observatorio Astronómico Pla D'arguines, Rafael Ferrando.
A su vez, el académico agradeció el gesto y aseguró sentirse "muy halagado por el honor que me ha conferido Rafael Ferrando". Confiesa entre risas que su mayor preocupación "era que no fuera un asteroide asesino, pero al ver que la órbita pasa lejos de la Tierra, me quedé muy tranquilo. Ahora siento la responsabilidad de preocuparme por conocer el asteroide y aprender más sobre este tipo de objetos tan interesantes que encierran misterios por descifrar sobre la formación del Sistema Solar".
El Dr. Mario Hamuy es miembro del Consejo Superior de Ciencia de Fondecyt de CONICYT y uno de los investigadores principales del Centro Basal de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA).
Cómo se nombran los asteroides
Descubrir y nombrar un nuevo asteroide es un proceso largo y complejo. Lo primero que se debe hacer, una vez descubierto, es volver a observarlo una segunda noche en un intervalo máximo de una semana. Si es recuperado esa segunda noche, se envían las posiciones al Minor Planet Center (Unión Astronómica Internacional, UAI) donde se le otorga una Designación Provisional, compuesta por números y letras que identifican el año, el mes y el número de descubrimiento.
Quien realiza el hallazgo tiene el privilegio de sugerir un nombre. Un jurado de 11 miembros de la UAI, acepta la propuesta tras cumplir con algunos requisitos, como tener menos de 16 caracteres, que sea pronunciable en diversas lenguas y no ser similar a otros nombres presentes en el Sistema Solar. Tampoco pueden ser eventos o nombres relacionados con actividades militares, políticas o de empresas comerciales.
Crédito texto e imágenes: Departamento de Astronomía de la Universidad de Chile. |
