viernes, 8 de abril de 2011

LA MANIPULACIÓN GENÉTICA, PROBLEMA SUBSISTENTE EN BIOLOGÍA Y MEDICINA

• No se trata sólo de insertar material a las células, sino que éstas sobrevivan al proceso, dijo en el CCADET de la UNAM, Luis Polo Parada, académico de la Universidad de Missouri

Muchas enfermedades surgen cuando aparecen ciertas anomalías en el genoma de la célula o se altera la producción de proteínas; por ello, si se pudiera retirar aquella sección dañada y en su lugar insertar una correcta, se solucionarían muchos problemas de salud, y para esto sirve la manipulación genética, un campo cada vez más explorado por la biología y la medicina, expuso Luis Polo Parada, académico de la Universidad de Missouri.

Para hacer esto, se debe aplicar un método denominado transfección, que consiste en la introducción del material en células eucariotas mediante plásmidos (estructura constituida por ADN), vectores u otras herramientas.

En la conferencia Nanotecnología y nanomedicina: la nueva frontera, impartida en el Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET) de la UNAM, indicó que, por lo general, en los métodos que se han desarrollado en los últimos 25 años, la eficiencia es del dos al 40 por ciento, porque no se trata sólo de insertar el material a las células, sino que éstas sobrevivan al proceso.

“Para ello, se han elaborado sistemas como los de inyección directa, uso de partículas magnéticas y de ultrasonido para abrir membranas, entre otros. Todos tienen ventajas y desventajas, distintos costos o funcionan para un tipo, pero no para otros”, explicó.

Lo que se busca, agregó, es acelerar las partículas o el ADN para penetrar, hacer una especie de minibala que entre, pero no destruya o dañe, y si lo hiciera, que el deterioro fuese pequeño.

Muchos sistemas utilizan nanopartículas de oro, a las que adhieren elementos genéticos por fuera mediante atracción de cargas eléctricas; posteriormente, se usa cualquier sistema que genere ondas de choque o de presión, como gas o láser.

Un método efectivo ha sido el uso de nanotermitas, material explosivo cuyo desarrollo inicial estaba destinado a la armada. Este componente origina altas temperaturas, pero sin el efecto destructivo; producen de tres a seis mil grados centígrados en cuatro milisegundos al generar ondas de choque.

Así, se encontró que la frecuencia de choque de este material podía ser empleada para abrir la membrana e introducir un componente genético en la célula, concluyó.


Luis Polo Parada, académico de la Universidad de Missouri, ofreció la conferencia Nanotecnología y nanomedicina: la nueva frontera, en el CCADET de la UNAM.