Para ello, señaló, se han seleccionado 25 palenques (fábricas de mezcal), cuya característica principal es el modo de producción artesanal. Este tipo de destilado tiene cualidades sensoriales adicionales a los industriales, debido a los metabolitos y volátiles que producen las cepas de levaduras presentes en la fermentación.
Todas las bebidas alcohólicas, explicó, contienen sustancias volátiles en baja concentración, pero suficientes para conferirles aroma y sabor; el origen de estos compuestos es diverso, su presencia se determina por las operaciones empleadas para su producción: materia prima, fermentación, destilación y añejamiento.
En la fermentación, ejemplificó, intervienen parámetros como la cepa de levadura y otros microorganismos, temperatura, concentración de oxígeno, agitación y azúcar.
Microbiología del mezcal
Para realizar el análisis, Ruiz Terán y su equipo han recorrido, por más de cuatro años, casi el 80 por ciento de los municipios productores de mezcal, como Tlacolula, Ocotlán, Yautepec, Sola de Vega y Miahuatlán.
Tambien, han aislado 400 cepas de levaduras provenientes de las fermentaciones en Oaxaca. De ellas, se seleccionarán las que se encuentren con mayor frecuencia y se hará el proceso en mostos de agave, como lo hacen en la entidad, para reconocer cuántos y qué productos se generan, y que además pudieran ser distintivos de cada distrito.
Hasta hoy, a nivel molecular se han identificado 16 patrones de microorganismos en la denominada Región del Mezcal, y los más frecuentes son Candida apicola, Candida intermedia, Rodhotorula mucilaginosa, Saccharomyces cerevisiae y Zygosaccharomyces bailii.
Asimismo, resaltó, se harán fermentaciones dirigidas con las levaduras aisladas y el mosto del agave, para observar, a través del análisis químico, la presencia de los compuestos responsables del aroma y sabor de los artesanales y su relación con los microorganismos que intervinieron en su producción.
Este trabajo puede potenciar el desarrollo de esa industria, con el aporte de mayores fundamentos científicos a la definición y diferenciación de sus tipos, de tal modo que el control de calidad no se limite a una vigilancia sólo de los compuestos que ponen en riesgo la calidad sanitaria del producto, sino también de aquéllos que le confieren particularidad sensorial.
Algunos datos ya evaluados de la investigación, sugieren que esta última, está ligada a la presencia de los microorganismos asociados a la fermentación, lo que resulta de interés no sólo científico sino también comercial, pues podría aprovecharse para promover los tipos de mezcal y distinguir la procedencia del agave, la región y el palenque responsable.
Fuente: DGCS-UNAM