miércoles, 4 de mayo de 2011

Impulsa la CONANP un movimiento para la conservación de los ecosistemas

A través del Programa de Conservación de Especies en Riesgo, se suman esfuerzos con diferentes sectores para asegurar nuestra riqueza natural: Luis Fueyo Mac Donald

Fue presentada la publicación Riqueza Natural Mexicana y sus Especies en Riesgo

En México se conservan más de 25 millones de hectáreas a través de Áreas Naturales Protegidas y no es posible hacerlo sólo desde una visión gubernamental si no somos capaces de generar un movimiento a nivel nacional que destaque la importancia de recuperar nuestros ecosistemas y hacer valer los valores ambientales que están contenidos en ellos.

Así se expresó el titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), Luis Fueyo Mac Donald, durante el evento de presentación de la publicación Riqueza Natural Mexicana y sus Especies en Riesgo, editado por la empresa Dimensión Natural con el apoyo de esta Comisión.

El funcionario explicó que a través del Programa de Conservación de Especies en Riesgo (PROCER) se acopla el interés de organizaciones de la sociedad civil, pobladores, gobiernos estatales y empresas privadas para asegurar a través de cuatro ejes principales la viabilidad de la riqueza de especies de flora y fauna con la que cuenta el país.

En primer lugar, explicó, se busca el mejoramiento del estado que guardan las especies y los ecosistemas que contribuyen al bienestar de la sociedad, identificando aquellas especies críticas que es necesario recuperar junto con su hábitat natural.

Agregó Fueyo Mac Donald que, como segundo eje se encuentra el impulso al desarrollo de alternativas productivas en regiones de alta marginación para que no sea el efecto de la pobreza y la marginación lo que esté provocando una pérdida de nuestra diversidad.

En tercer lugar, fomentamos la conservación de los bienes y servicios ambientales en beneficio de todos los sectores de la sociedad. “En muchas ocasiones en nuestro entorno urbano no tomamos conciencia de que que buena parte de los bienes que soportan nuestro desarrollo urbano vienen de las áreas naturales protegidas, en particular elementos críticos como es el recurso agua”, aseguró.

Finalmente, destacó que el PROCER pone como uno de los ejes de su desarrollo la conservación de la diversidad genética como fundamento de la seguridad alimentaria y el patrimonio genético del país. “México es centro de origen de buena parte de los alimentos con los que se está alimentando la población de todo el planeta. Somos de los cinco países en donde estos alimentos tuvieron como origen nuestro territorio nacional a través del manejo inteligente que nuestros ancestros hicieron de la biodiversidad y de la información genética contenidos en una importante variedad de elementos que son básicos para nuestra nutrición”, concluyó el Comisionado Nacional.

Por su parte, Ignacio Narro, Director de Dimensión Natural, indicó que la obra es resultado del esfuerzo de un grupo multidisciplinario que busca enviar a diferentes grupos sociales un mensaje de alerta sobre la problemática que enfrentan diversas especies de flora y fauna.

“Creemos en el concepto de que se cuida lo que se conoce y de ahí se deriva esta publicación que fue posible por el apoyo de la CONANP, diferentes organizaciones sociales y el valioso patrocinio de diferentes empresas comprometidas con el medioambiente; es el inicio de un esfuerzo constante para promover acciones permanentes para la conservación de nuestro entorno natural”, indicó.

Por su parte, Ernesto Enkerlin Hoeflich, Investigador del ITESM y ex titular de la CONANP, sostuvo que es necesaria una transformación cultural de la sociedad para asegurar la conservación del patrimonio natural mexicano. “La incorporación de las comunidades rurales e indígenas en los procesos de conservación es indispensable, pero se requiere que también las poblaciones urbanas se involucren decididamente en esta tarea porque finalmente consumen los servicios que proveen los ecosistemas de forma cómoda y de muchas feces ineficiente. Para lograrlo, es necesario avanzar en un cambio en nuestros patrones culturales”, aseguró.

Finalmente, Santiago Gibert, Director de Fotografía de Dimensión Natural y quien recopiló la mayor parte de la obra contenida en el libro, indicó que la función de un fotógrafo conservacionista no se limita a plasmar lo que vé, sino que busca demostrar que es posible una armonía entre el medio ambiente y el desarrollo humano.

Fuente: SEMARNAT