El aumento de la temperatura tendrá una repercusión directa en la lucha contra la malaria en Sudáfrica
Sudáfrica, país que organizará en noviembre la próxima cumbre contra el cambio climático, doblará la superficie afectada por la malaria en 2050 debido al calentamiento global.
El aumento de la temperatura a consecuencia de los gases de efecto invernadero tendrá una repercusión directa en la lucha contra la malaria en Sudáfrica, que cuenta con una de las tasas más bajas de mortalidad del África subsahariana, con sólo 48 decesos registrados en 2010.
Según los cálculos del departamento de Asuntos Ambientales sudafricano, la superficie afectada por la enfermedad se duplicará en el año 2050, con 7.8 millones de personas expuestas al parásito, de los cuales 5.2 millones viven fuera de las zonas actuales de riesgo.
La malaria es endémica en las zonas bajas del norte de Sudáfrica, en su límite tropical con Zimbabue y Mozambique, mientras que el resto del país se encuentra protegido por temperaturas inferiores a 18 grados que impiden la transmisión del parásito.
Los estudios del departamento de Asuntos Ambientales revelan que un aumento de las temperaturas llevaría la enfermedad más allá del trópico hacia el este en las fronteras con Botsuana y Namibia y hacia el sur, llegando a las puertas de Johannesburgo, primera ciudad del país.
“El cambio climático afectará especialmente a la malaria, ya que depende enormemente de factores ambientales, que influyen en su distribución, transmisión y estacionalidad”, recoge el Documento Inicial de Comunicación sudafricano a las Naciones Unidas.
La Unión Africana reunió la semana pasada a los ministros de Sanidad del continente en Namibia para analizar las consecuencias del calentamiento global sobre el control de enfermedades, entre ellas, la malaria.
Los representantes africanos mostraron su preocupación por los efectos del cambio climático que pueden notarse en el continente y que sobrepasan las previsiones iniciales.
Los ministros remarcaron la necesidad de formular una respuesta clara al desafío del calentamiento global y situar los asuntos sanitarios en el centro de las discusiones sobre el cambio climático.
Fuente: PNUMA